Un Amor Inmortal (Ban X jericho) [NNT]

Fin de la Gracia 2/2

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El éxodo aún continuaba, los pobres habitantes de Lionés corrían despavoridos siendo guiados por los caballeros sagrados de la nueva generación, los locales y todo aquello que alguna vez llamaron hogar estaban siendo destrozado por aquellos infames demonios traídos desde el mismo purgatorio; la figura femenina arrebataba sustos de los jóvenes caballeros, riéndose a carcajadas, su boca se desfiguró en una mueca, dejando el velo caer detrás de sí, dejando ver su lengua de serpiente, tenía hambre, demasiada hambre, aquel bastardo no la había alimentado, le había prohibido comer almas, era su momento, su momento de comer los vitales manjares.

Levitando en los aires se acercó sutilmente a los caballeros, conjurando palabras que solo los demonios podían pronunciar, dejando que el alma del joven saliese poco a poco dentro de su armadura; como si supiesen de su desobediencia, una espada se clavó en el suelo, creándose un tornado abismal desde el centro.
Howzer, Guila y Jericho portaban sus armas finamente, caballeros experimentados que no se dejarían ganar fácilmente por nada ni nadie yacían presentes a sus pies estoicos y preparados.

- Melascula... - soltó Jericho con un semblante de furia.

- Tu cara me parece familiar! - alardeó el demonio serpiente - aun conservas las heridas que te hice? Que tierno! Recuerdo que seguías como mosquita al pecado de la avaricia sabiendo que su corazón yacía totalmente enamorado de la had-

Una explosión se avecinó, chamuscando al ser, siendo acompañado de los tornados de capitán Howzer y cristales de Jericho, Melascula gritaba, les parecía extraño, ella no los había atacado o siquiera colocárseles en guardia para un ataque, para nada, tan solo tenía hambre, su cuerpo se encontraba chamuscado y piel pegada al hueso, eran sin duda estragos de no haber ingerido almas por DEMASIADO tiempo.

- Los caballeros de ahora son más fuertes... fascinante... - sopló Melascula jadeante - ni siquiera saben lo que está a punto de ocurrir... o lo que está ocurriendo... la ignorancia es la mejor clave para ser feliz después de todo...

- Habla o machaco todos tus corazones ahora mismo - amenazó el patriarca apuntándole con su espada.

- Son unos ilusos... todo lo que trajeron al mundo sufrirá, sufrira de maneras inimaginables, unos ya lo están experimentando, otros a penas lo están descubriendo y otros lo sabrán dentro de poco, la luz y la oscuridad están unidas y pronto el Caos hará su aparición... ese maldito caos....!- carcajeo Melascula - si mis órdenes fueran atacarlos ya lo habría hecho, si los matara ahora mismo ya estaría muerta! Ese bastardo de mierda quiere que los proteja! ¡Los demonios nunca estuvieron en el plan!

Los tres caballeros se miraron con confusión, ningún caballero había sido dañado a muerte, la mayoría con daños leves por parte de los demonios, todo se encontraba fuera de peligro, las viviendas destrozadas eran punto y aparte, el daño humano no era demasiado peligroso, pero, ¿Quién era la segunda persona que yacía en la delantera?

...

Todos los niños se aproximaban a la puerta, Peredur yacía totalmente preocupado por el paradero de Badir, era su pequeña hermana de cierta manera, aquella niña tonta y con la canica botada que tanto adoraba, aún que fuera de esa faceta Badir era muy perseverante y determinada, y totalmente empatica hacia sus amigos, todos los que la conocían lo sabían muy bien, y en especial el.

Sus ojos se abrieron, buscando divisar algún imperfecto o algo con lo que estuvieran corriendo peligro, pero su vista no enfocaba, por más que achicara los ojos para ver, ya casi no veía, su vista era totalmente borrosa, ya había presentado esos síntomas antes, pero de una manera muy leve, ahora, ya no veía nada.
Aran tomó su hombro, notando como estaba temblando, los alaridos y chillidos de Gaunes resonaban y hacían eco por todas las casas, el pequeño estaba asustado a más no poder, la primera vez que salía del reino de las hadas, la primera vez que presenciaba tal catástrofe.