[𝟸𝟸]

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Minho permaneció oculto en algún rincón de la enorme biblioteca que tenían en el instituto. Específicamente en una mesa pequeña detrás de todos los estantes donde algunos estudiantes solían repasar para sus exámenes o alguna prueba importante, pues lo aislado y silencioso que era resultaba perfecto para despejar y relajar la mente.

Una chica que caminaba en dirección a la mesa se detuvo en seco al ver a Minho frustrado masajeando sus sienes. El chico notó su cercanía por el sonido de sus tacones ante cada paso.

—Oh, lo siento, creí que habría más personas estudiando aquí.

—No te preocupes —Minho elevó la mirada para ver de quién se trataba. La chica también lo reconoció—. Puedes quedarte, yo ya me iba.

—¿Minho? —preguntó ella—. Te vi hace un rato en el nombramiento de los intercambios pero hace tiempo que ya no hablaba contigo.

—He estado muy ocupado —hizo afán de irse pero la chica continuó y le pareció descortés dejarla hablando sola.

—Te vi también el día de la fiesta de bienvenida, pero temí en que no me recordaras.

—Charlotte —la nombró—. Sería estúpido no recordarte.

La chica sonrió.

—Lo siento es que, pasó mucho tiempo.

A diferencia de otras chicas con las que había estado, después del sexo no volvía a frecuentarlas. Pero con Charlotte, fue distinto desde la primera vez, incluso Minho pensó seriamente en dar el siguiente paso con ella e intentar formalizar una relación.

Por lástima, eso nunca fue posible, pues Minho fue consiente de que la chica merecía a alguien que se entregara a ella y la amara por completo. Todo lo contrario a lo que él podía ofrecerle; amarla le tomaría tiempo y por el momento se encontraba completamente entregado a Felix.

—Me dio gusto verte —sonriendo, Minho se dio media vuelta dispuesto a salir de la biblioteca.

—Espera —dijo ella, Minho se detuvo—. ¿Crees que... podamos salir algún día a tomar algo?

Él quiso rechazarla al instante, pues temía que la chica tuviera intenciones de terminar lo que dejaron pendiente. Pero quizá se estaba dando demasiado crédito y la chica tal sólo quería convivir. Después de todo, fuera de el ámbito sexual, ambos se llevaban bastante bien.

—Seguro —respondió—. Un día de estos.

La chica sonrió de vuelta y un leve sonrojo cubrió sus mejillas, su corazón se aceleró de la emoción, pues después de el punto final que ambos marcaron en su historia, ella se hizo a la idea de que para alguien como Minho, una chica más, una chica menos; no significaba nada. 

Grave error.

Ojalá fuera tan fácil para él volver a salir con chicas, pero para su mala suerte, ya no le atraían lo suficiente.

O casi nada.

🍂

—¿Dónde estabas? —preguntó Han cuando por fin vio a Minho aproximarse a la entrada de la siguiente clase.

Jisung se había dado por vencido después de buscarlo por todo el campus, se conformó con la idea de que, si tenía suerte, Minho se presentaría puntual a la próxima clase. Pues ya sea que se vaya de intercambio o no, el chico era muy exigente y tenía un promedio que mantener.

—Fui a la biblioteca a despejarme —fue sincero—. Detesto cuando Felix me insiste más de lo necesario, sobre todo, cuando ya he tomado una decisión. Es frustrante.

𝙴𝚜𝚝𝚊 𝚎𝚜 𝚖𝚒 𝚞𝚕𝚝𝚒𝚖𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊 [𝚂𝚔𝚣]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora