CAPITULO 3

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KALI

Ser una mujer en los círculos mafiosos no es fácil. He visto a mi madre ser ignorada muchas veces, cuando queria unirse a conversaciones o hacer demandas a nuestros soldados. Mi padre siempre la hacia respetar, y se ha encargado de hacer que su palabra tambien tenga peso dentro y fuera de nuestro circulo.

El mundo de la mafia está gobernado, por hombres, las mujeres solemos ser percibidas como menos importantes o como si fuéramos débiles. Por eso me ha costado llegar a donde estoy.

No me considero débil, y me creo capaz de gobernar como cualquier otro hombre. Me he encargado de dejar mi punto claro, y de hacerles saber, que, porque soy mujer, no significa que pueden barrer el piso conmigo.

Mi padre, mi tío y Sergei siempre me han tratado por igual, nunca me han hecho aun lado, solo porque tenga un coño y crean que soy frágil, si bien me cuidan tienen claro que soy tan jodidamente letal como ellos.

He sangrado tanto por esta organización como lo ha hecho cualquier otro integrante. Mientras las otras chicas de mi edad acechaban a tipos guapos en las redes sociales, yo pasaba horas en las jaulas, en los ataques y en reuniones sociales con mi madre, aprendiendo y escuchando mientras explicaban quien era quien en nuestro mundo y que roles desempeñan.

Muchos me toman todavía como una niña inmadura.

No tienen idea de lo peligrosa que puedo llegar a ser.

Me cruzo de piernas y acaricia el pelaje de mi mascota. Ha estado con mi padre por años y ahora siempre me acompaña a este tipo de eventos.

Le hago seña la montaña de músculos para que le quite la bolsa negra a mi presa.

Sonrió.

-¡Hola, mi querido Liam! – Mi padre y mi madre siempre me han enseñado que podemos ser locos, como muchos nos llaman, pero siempre seremos educados.

Sergei sacude la cabeza detrás de mí.

No tengo necesidad de ver, lo conozco demasiado bien para saber que le divierte verme interactuar con las personas. Ya que no lo hago todo el tiempo.

Aborrezco el contacto físico, tanto como aborrezco socializar, pero en mi mundo, a veces toca hacer sacrificios.

-Princesa – Contesta Liam - ¿Qué es todo esto?

Me levanto de la silla en la que me encuentro sentada y camino a paso lento, pero seguro hacia el ruso que tengo amordazado en el piso sucio de mi parque de diversiones.

-¿No sabes por qué estas aquí? – Pregunto tranquila.

-No, princesa.

-Mi error – Declaro – Pero eso va a cambiar en unos minutos.

Veo el terror en los ojos del hijo de puta que ha estado vendiendo información a los irlandeses.

Lo descubrí hace unos días, y estaba ansiosa por saber como llegó a venderse tan rápido.

-Tenemos diez dedos. Te voy a ir cortando uno a uno cada minuto si no me das la respuesta que quiero.

Liam niega.

-¿Por qué harías eso, princesa?

-Liam, Liam, Liam – Canturreo – De nada vale seguir haciéndose el estúpido. Ya sé que has sido tu el que ha estado vendiéndole información a los irlandeses de toda la mercancía que sale de mi puerto.

Sacudo la cabeza y le coloco dramatismo a mi tono.

-Eso me disgusta mucho. Odio a los sapos y mucho mas odio a los vendidos.

THE PRINCESS OF THE DEATHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora