CAPITULO 15

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KALI

Observo de reojo a mi leoncillo. Las personas suelen creer que, porque te obsesionas con ellos, vas a estar disponible o vas a dejar que pisoteen el piso contigo, eso es un error. Todos los seres humanos somos arrogantes y egocéntricos de nacimiento, así que no culpo si mi leoncillo cree que voy a olvidar las palabras que me dijo hace unos días en la clínica.

No voy a negar, he tenido ganas de verlo, de buscarlo, pero cada una de ellas las ahogo con trabajo o peleando en las jaulas. No he dejado de cuidarlo, dado que el imbécil de su padre cada vez se hace de mas enemigos. Todos van detrás de un mismo objetivo, porque piensan que Call será el que tomé las riendas de su clan cuando su padre se retire. Están lejos de la realidad, al hombre no le interesa esta vida, vive huyendo de su legado, sin saber que cuando naces en nuestro mundo, así te escondas en el lugar mas lejano de la tierra, él siempre logrará atraparte.

No se huye de lo que eres, simplemente lo enfrentas y vuelves tu fortaleza.

-¿Quiénes eran esos hombres? – Él tono cargado de ira que usa Call me divierte.

-No veo porque deba decirte quienes eran – Digo sin mirarlo, pero puedo sentir sus ojos perforando mi rostro – No eres nadie en mi vida.

-Kali – Advierte.

Me giro y ladeo mi rostro. A pesar de todo es el hombre más hermoso que haya visto nunca. Su cabello color avellana, se ve tan sedoso, que me muero de ganas por pasar mis dedos por cada una de sus hebras, sus labios delgados y rosados, me piden a gritos que los bese. Esas cejas pobladas, las largas pestañas, la nariz pequeña y respingada proporcional a su rostro. Esos grandes ojos verdes esmeraldas, que son tan profundo y esconden tantos secretos que mi curiosidad me pide a grito que revele cada uno de ellos.

¿Qué diría mi leoncillo si supiera...?

La ira que tuve cuando recibí aquella información hace su aparición. Su padre es un hijo de puta que merece todo lo que le tengo preparado. Entiendo porque el hombre quiere estar alejado de su progenitor. Ni la bestia más bestia trataría a sus crías como ese hombre trato a su hijo, la manera en que...

Sacudo mi cabeza, no quiero pensar en ello, no quiero perder mi rumbo y sentir la necesidad de revelarle todo. Sigo enojada con él, nunca le doy el poder a las personas para que me lastimen. Con el tiempo la vida te enseña que si no demuestras lo que piensas o sientes, nadie podrá joder, siempre ve un paso adelante, siempre sé tú el que joda primero, y si por algún motivo, llegan a siquiera herirte, no permitas que lo hagan una segunda vez, nadie me jode dos veces porque no se los permito.

-¿No soy nadie? – Puedo notar el filo de sus palabras.

-Nop – remarco la ultima letra.

-Dijiste que yo era...

Suelto una carcajada. Sé lo que dije, pero vamos, por qué si los hombres utilizan todos sus medidos para llevar a una mujer a la cama, nosotras las mujeres no podemos hacer lo mismo. El hombre a mi lado se ha convertido en una obsesión, esa cosa que te mueres por tener y no puedes, te obsesionas con ello y cuando la tienes no sabes que era lo que tanto querías de ella.

-No tengo cabeza para recordar cada una de las cosas que dije. L'venok – Mi tono aburrido solo hace que apriete el volante del auto mas fuerte. Los nudillos se le ponen blancos y puedo notar como su cuerpo se tensa, traga con dificultad, y acelera.

-¿No sabes quien soy? – Murmura – Te voy a hacer recordar quien soy.

Se instala un largo silencio. Yo sigo mirando por la ventana, las calles de la ciudad están llenas, la gente está bebiendo y gozando del viernes. Las palabras del Boss de la mafia Londinenses se repiten en mi cabeza como una grabación. Tengo un tiempo determinado para encargarme de Doyle, debo destruir toda su mafia, hasta sus cimientos y no dejar nada de todos aquellos traidores que no saben respetar su palabra.

THE PRINCESS OF THE DEATHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora