CAPITULO 7

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KALI

-¿Que es lo que tanto observamos? – La voz de Sergei resuena por la cafetería.

Tomo entre mis dedos un pedazo del cupcakes de vainilla con relleno de crema de sandia. Mi familia lo odia, pero yo amo la sandia. Muero por cada dulce con ese sabor, puedo decir que es una de mis mayores obsesiones. Si tuviera una lista diría que esa fruta y el sabor de ella está en la lista numero dos. Ya que la primera lo ocupa cierto doctor de ojos verde esmeralda que en estos momentos estoy acechando.

No he sacado mas cita con él, he tenido mucho trabajo, otra vez nos están atacando los puertos de donde salen los envíos, se han dado nuevos casos donde raptan a jóvenes para convertirlas en esclavas sexuales de los clubes de mala muerte, el tema de la trata de persona sobre todo de niñas vírgenes está inundando las calles de mi territorio y estoy en un jodido del gato y el ratón con el padre de mi chico.

Tengo tantas cosas en mi plato que siento que me estoy asfixiando y ahora entiendo porque mi madre y mi padre decidieron cederme poco a poco el lugar de ellos, todo esto es una mierda, pero sé que puedo, no voy a permitir que nada me quede grande.

Soy la hija del mayor ejecutor de la organización tengo un legado que debo cumplir y un apellido que tengo que dejar en alto.

Le hago seña a Sergei con la cabeza y él sigue el rumbo de mi mirada.

-¿Cuantos enemigos tiene el maldito de su padre? – Desde que me senté aquí. En una de las cafeterías que está cerca al hospital donde trabaja Call, note un SUV negro.

No son mis hombres, asi que supongo que no soy la única que está detrás del precioso culo de mi L'venok. Al parecer su padre ha hecho mas enemigos y cada uno de ellos ha encontrado el punto débil del hijo de puta.

Mi querido doctor ha intentado mantenerse alejado de todo este mundo, creyendo que si huye las garras de la mafia no lo consumirán. Es tierno que piense asi, realmente adorable, pero de este mundo no se escapa, por mas que intentes correr lejos, en algún momento tocará a tu puerta y te consumirá.

No puedes huir del destino que te ha sido asignado. Si lo intentas es una perdida de tiempo, porque al final siempre logrará alcanzarte, lo único que puedes hacer, es moverlo a tu favor. 

-Al parecer muchos – Le respondo y le doy otro mordisco al cupcakes.

Gimo ante el sabor, dejo que la suave masa se deshaga en mi boca, como si fuera algodón de azúcar, el sabor de la crema de sandia invade mis papilas gustativa. Me gustaría saber que sabor tiene mi L'venok.

¿Tendrá sabor a cielo o maldito infierno?

Si es a infierno, quiero arder en ese fuego. 

Desde que tuve nuestro primer encuentro no he podido dejar de pensar en él. Ver esos hermosos ojos verde esmeraldas, sentir el calor de su cuerpo tan cerca, el aroma de su cuerpo, me incitaron a raptarlo y encadenarlo en mi cama.

Usé todo el autocontrol que tengo para no llevar a cabo cada plan que mi cabeza recreaba en ese momento.

Aunque dijo que no soy su tipo, pude ver en sus ojos el deseo que se estaba despertando. Mi padre me enseñó a leer a las personas, de hecho me dio un curso intensivo de como meterme en sus cabezas, tambien me tocó aprender cada gesto y cada emoción para asi poder desempeñarme en el entorno que manejo.

Mi L'venok se estaba conteniendo, su excusa es que soy su paciente y no puede tener nada con ellos, no seria ético, ni profesional, pero a la mierda. Nunca he seguido las reglas, y no voy a comenzar a seguirlas ahora.

THE PRINCESS OF THE DEATHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora