Fiel a su palabra, Tay se quedó en el Santuario para trabajar como gorila. Papá Oso había tratado de hacerle camarero, pero una noche había demostrado lo desastroso de la decisión ya que Tay carecía del temperamento apropiado.
Siempre que alguien se quejaba de su consumo, no era bueno para ellos.
De no ser por la mediación de New, tendrían incluso a algún turista en silla de ruedas. Y ahora había un agujero en el muro que estaba reparando Quinn y que saldría del próximo cheque del sueldo de Tay.
Así que trabajaba como musculitos cuando ellos le necesitaban, mientras Boun se quedaba en la puerta y supervisaba quien entraba y salía.
No era el peor trabajo del mundo y le dejaba libre para mirar a New sin que sus hermanos le sacaran los ojos de las órbitas. Mejor aún, le pagaban por mantener un ojo sobre él y asegurarse de que nadie se le aproximaba mientras trabajaba. Definitivamente era un trabajo con beneficios.
Y como le encantaba mirarlo. La forma en que se reía con los clientes habituales o se divertía con los más jóvenes que habían venido a comer con sus padres. Siempre les daba algún dulce, e incluso se sentaba y dibujaba con ellos si no había demasiado trabajo. Amaba a los niños de todas las especies.
No podía dejar de preguntarse cuanto mejor sería con sus propios cachorros...
Tenía una gracia incomparable en todo lo que hacía y le dolía sólo el mirarlo.
Si por lo menos él fuera un oso...
El pensamiento le torturaba constantemente cuando se rozaban mutuamente tratando de permanecer indiferentes. Era tan injusto, pero sabía que así era la vida. Y él parecía ser la cabeza de turco la mayor parte de los días.
—Hey, ¿Tay? —ladró Remi con su temple habitual—. Échanos una mano.
Giró la cabeza para ver a Max, Colt y Remi tratando de mover los pesados altavoces del escenario a una nueva posición para que Angel, el vocalista principal de los Howlers, no puteara otra vez con el acople del sonido.
Hernia allá voy.
New hizo una pausa en su camino hacia la barra para mirar como Tay saltaba encima del escenario sin apoyarse. Metiendo el cuaderno de pedidos en su bolsillo, mordió el lápiz que tenía en la boca ante la magnífica vista de su culo.
El lapicero se partió en dos.
Escupiendo los pedazos de mina y madera sobre el trapo para las manos, se reprochó a sí mismo.
¡Qué asco! ¿Hay algo más asqueroso?
Y todo era por culpa de Tay.
¿Qué hago?
Comerse con los ojos el mejor pedazo de culo de Nueva Orleáns.
Bueno, ahí estaba. Vio que sus músculos sobresalían cuando levantó un lado de la torre de altavoces, mientras el grupo lo deslizaba por el escenario.
—Maldición... ¿Alguna vez has tenido una mejor vista? —dijo Tara, la camarera humana estudiante universitaria, mientras se detenía a su lado—. Me encanta trabajar aquí. En días como este, creo que debería pagarles por el privilegio.
New se rió.
—Sabes, rara vez pienso en ello.
—Eso es porque estás emparentado con la mayor parte de la exquisita carne caliente de aquí. Penoso para ti. Porque para el resto de nosotros... —hizo un gruñido que desmentía su nacimiento humano.
New sacudió la cabeza. Menos mal que Justin no había escuchado eso. Haría lo posible para que lo repitiera estando desnuda. O aún mejor, la haría ronronear.
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˗ˏˋ 19 TayNew ˎˊ˗
Fanfiction¿Que resulta de mezclar un lobo y un oso? ╭────➣⁀➷ ׂׂૢ │❝ Resúmen adentro ❞ ╰───────────────➢ೃ