Las flores que nunca me diste | Cartas regadas

Amoríos

Dentro de los encuentros existen amantes,

Me gusta pensar en lo que realmente fuimos;

El que no dice lo que siente es un cobarde

Y más que eso estábamos envueltos por un amorío.

Tentadora la idea de preguntarte "¿Cómo estás?"

Preferible la idea de dejar todo a un lado,

Anhelo saber si realmente me dejaste atrás

Pues, te confirmo que es mejor mirarnos de lejos.

Solemos preguntar donde yace la química

Yo me solía preguntar en donde estábamos ubicados,

Si estaba en tu corazón o en otro palpitar

O si realmente en algún momento iríamos avanzando.

Por algunas razones las cosas se acaban,

Por algunas cuestiones comienzas a sobrepensar,

Por ideas falsas comienzas a subir expectativas

Cuando lo único que haces es idealizar.

Así cometí varios incendios

Intentado desenredar cuentos y enredando fábulas

Lo que pasó con nosotros solo fue un mito

Donde tal hito estaba al pendiente de un hilo

Y del cual me caí, pero me abrí a nuevas entradas.

No cuestiones lo que sentía ni de cómo provenía

Reflexiona las excusas que se ponen cuando no quieres dar paso

Pregunta por senderos donde acepten que cultives su pasto

Y agradece por aquellos que te aceptan a ti y a tus riachuelos.

Cosecha buenos frutos y expande en sus faenas

No hablemos así de risas infantes si no de las emociones

Porque en el amor es importante no importa cuánto condecores

Del amor venimos y se desvanece por malas hierbas.

Si pasamos por estaciones fuimos el mejor verano

Los amoríos suelen hacerse incluso en primavera

Y aunque comenzamos despidiendo el invierno

Había preferido vivir otoño a tu manera.

Aceptar desenfrenadamente es cosa mía

Y dar consuelo auditivamente es cosa nuestra

Carisma y simpatía caracteriza tus hoyuelos

Que al sonreír bien lindo por ti se desvelan.

Arde pensar que las cosas son efímeras

Pero me gusta entender que lo nuestro igual fue bueno

Por más que nos besamos y por menos que hicimos

Sabemos que las cosas eran ciertamente concretas.