Apariencias - Carta

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Irónica la vida cuando dice que nunca terminamos de conocer a las personas, 

porque cuanto más pasamos tiempo con ellas a veces las conocemos un poco 

menos de lo que fue en un instante y todo lo que a veces simula ser colores tiende a  

desviarse con todos los grisáceos matices. No quiero pensarlo de esta manera y 

menos cuando vuelves a disculparte por todo lo que pasó, pero a veces el 

sentimiento es como un monstro que habita en tus propios sueños.


Estoy consciente de cada una de las veces en que hice casi que la intención 

de dañarte sin causa alguna, y de todas las heridas concretadas por cosas que 

tampoco eran de nuestras manos, lamento que en muchos puntos de la 

vida tus marcas cortaron partes de mis huellas y me lastima a veces pensar y 

retroceder recordando los momentos que vendé las heridas que nos hacíamos 

para seguir adelante juntos, si se podía llamar unión a eso...


No sé como se deba manejar el sentimiento de remordimiento que 

me dejas en el escrito, o como disculparme otra vez por la sangre que te hice

 derramar sin razón; no habría cambio alguno en todo lo que ocurrió en 

nuestra línea de tiempo, que tiene mas manchas que ganas de marcar 

momentos agradables con los dos y no te culpo, 

aunque tus mentiras no tenían sentido después de todo.


Solo cuídate o aprende a ser sincero, te quiero.

Las flores que nunca me diste | Cartas regadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora