Regresas - Carta

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No estoy entendiendo tus pasos, dejé de seguirlo y estás 

buscando los míos; ya me siento observada y a lo lejos vuelvo 

a ver tu mirada  y me haces recordar las cosas que hacíamos en

 tu casa, ya no lo necesito y no me interesa que tus intenciones 

sean amistosas porque lo dices sonriendo mentalmente. Cuando 

los días son más felices se sienten más cortos, y cuando no 

apareces pestañeo y llega otro por más que eso no incluya nuestras 

esperanzas devastadas, ya me sentía así y ahora me siento en paz.


Intentas tapar con tu dedo el sol, intentas decir cosas para pensar 

que me perdí de algo bueno, intentas tapar tus manchas negras en 

mis pinturas de colores, deja estos falsos amores porque solo están

 limitando mi tiempo. Eres ocioso cuando se trata de adivinar cuando 

ya no te estoy necesitando, lo hubiera hecho me correrías de prisa y entre

 ambos estas manchas no son de pintura si no de mis propias lágrimas.


Ya no quiero que vuelvas a buscar por donde mismo me nombras y 

me manchas, por donde mismo agarraste mi mano y luego me 

mencionaban porque esto es vacío de tu parte, no estiraré mi brazo 

cuando piensas en ti mismo solo una y otra vez, no seguiré contestando

 cuando minimizas de nuevo como siempre lo sueles hacer. Estoy bien 

sola, me siento cómoda con mi compañía demostrándome que 

realmente si me merecía más y está mejor así, porque ya no voy a 

justificar las cosas que no hiciste porque nunca quisiste.


Cuídate siempre, cuídate y no regreses.

Las flores que nunca me diste | Cartas regadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora