Mucho suelo pensar de ambos, cuando la noche simplemente
no me deja dormir o cuando todo se alinea para que esté feliz.
Porque en muchas ocasiones me prometiste tantas cosas y te
creía sin saber que me hacías pasar por tonta porque eso es lo que
fuí durante nuestro maravillo desastre. A veces no me dueles
pero en otras ocasiones duele saber que las prácticas de mi
teoría no serán con mi presencia sino que estarán en tu
memoria para hacerlo mejor con alguien más.
Y es que esto cansa porque realmente deseé que todo mejorara
y no fuera la chica del proceso, o la chica que lo dio todo
y obtuvo nada en cualquier aspecto, así se sentía. A este paso no
puedo culparte, no sé si deba hacerlo o sea lo más conveniente
porque también soy parte de la causa de muerte de esta historia,
y quien decidió irse antes de que pasara a mayores porque suelo
preocuparme tanto o entender tanto, que al final del día no fue
la misma tanda para mí y para lo que deseé que fuera y fuéramos.
Solo cuídate, te quiero.

ESTÁS LEYENDO
Las flores que nunca me diste | Cartas regadas
Short StoryDicen que los poemas son marcas de las cicatrices de nuestros recuerdos profundos, de quienes sienten profundo, y puedo confirmar que lo es. Esto no es motivo de soñar, es una forma de desahogo. No todo será relacionado a una persona en concreto, so...