Obsesión - Carta

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No sé cuantas veces mes tengo que repetir a mi misma las cosas que 

hiciste para dejar de sentir algo por tu amor ausente y corriente, 

estoy harta de que mi corazón romantice las cosas que lo volvieron cenizas 

así el no sea tan sólido. Si nuestro amor era ardiente, yo te quería como  

el viento quiere la sal del mar, revoloteando con ella para luego secar cualquier 

vida floral que la toque aunque mi sentir puede repararlo después; no me digas 

que no es así y que será una pérdida de tiempo, si me siento cimientos partidos 

porque vuelvo a caer en pedazos cuando te extraño aquí a mi lado.


No sé que gano escribiéndote y diciéndote que volvamos, no sé que fuerzas 

de voluntad me dicen que lo hagan si aun todas las cosas me arden y no hay 

manera en una marea de sufrimientos contigo. La poesía es lo único que me 

acompaña y me vuelve a integrar de las sábanas que desmiembran todo mi 

ser entre lágrimas y recuerdos; mis amigos dicen que es un proceso y me 

siento como un barco zarpado en medio océano.


Dejaré de insistirte y dejaré que te marches, estás mejor y me alegro aunque

 desearía que fuera lo mismo conmigo. Dejaré que sigas en donde estás y

 aunque te marches sé que en tus huesos extrañas mis cálidos fríos; por un

 momento no me dolía perderte y hacerlo era sinónimo de buena suerte, ahora 

ella se ríe cabizbaja mientras los sollozos en mi almohada se confunden con carcajadas.


Las noches se hacen cada vez más eternas porque tu ausencia mantiene 

mi vista despierta, si duermo mientras me hablan y lloro cuando me descuidan 

es porque me he despistado a mi misma con nuestra tóxica partida. No te creas

 el listo en este momento mientras me dices como las prefieres, no lo repitas 

tantas veces solo porque sabes que me duele y que no estoy lista para verte con otra.


No reproches mis insistencias, no me estoy cobrando de las tuyas, solo deseo volver 

a caminar como antes mientras me decías las razones por las que era tuya. 

Este círculo de obsesión debe acabar o me desmoronará un poco más, 

aunque te espere y no llegues y aunque no llegues te espere mil años más.


Solo cuídate que yo me cuidaré pronto (de ti), te quiero (fuera de mí).

Las flores que nunca me diste | Cartas regadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora