Las flores que nunca me diste | Cartas regadas

Petardos - Carta

De nada sirve arrepentirse después del tiempo de espera porque igual 

llegará el final del día donde ya no importará que lo hagas, será un caso

 perdido; mas o menos arrepentimientos no bastará nada de las cosas

 que quise que dijeras o hicieras. Mi memoria ha estallado intentando 

entrar en la tuya porque está colmada, se siente cansada pensando 

en como nos enterramos juntos en una muerte súbita de nuestro amor,

 y es por eso que seguimos vivos sin nuestra mutua compañía.

Aun no entiendo lo que hago con mi existencia mientras voy borrando

 tu historia de la mía, mientras topas de alguna forma en mi existencia 

así no quiera porque de alguna forma el destino ese contacto que me 

hace volver a perder el territorio que construyo en mí. Cada que vuelves 

me vuelves a partir el corazón de la forma más sutil que puedas intentar.

todas aquellas veces que me juraste nunca hacerme daño resultaron ser una 

advertencia de todo lo que podías ser capaz, todas las ocasiones que lo pienso y me cuestiono 

como la vida nos pone en muchas situaciones con mucha gente que solo piensa en su propio ego.

las historias que mas queman son las que imagino porque son aquellas 

que más deseé que pasaran, y no solo contigo pero es por ti que tengo ahora 

muchos problemas conmigo. La incoherencia de lo que dices me causa más gracia con 

la frialdad en que me ignoras pero igual deseas que esté ahí, cínico.

Solo cuídate y que las aguijones te piquen, te quiero (con picaduras).