Llegué a enamorarte hasta destruirte
De ciertas formas llego a dañar sin querer
Te quise bastante y con acciones te arrebaté
Cosas que ahora lamento porque me hice perder.
Entre cien ideas de mi mente eres noventa y nueve
Me carcomen tus recuerdos y los muertos placeres
Tu mano acariciando la mía y como me veías
Te sonreía sin prisa haciendo notar cuanto te quería.
Disfrutaba el silencio estando conmigo
Ahora el mismo hace ruido por tu invisible presencia
Si no te hubiera hecho tantas cosas no escribiera poemas
Si te hubiera cuidado tanto no cargaría con mi pena.
Te amé incluso cuando me quitaste el oxígeno
Te amé cuando me perdonaste y lo sentí inmerecido
Te amo ahora, esperando a que acabe de un chasquido
Te amo cuando no estás y sé que jamás serás.
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Las flores que nunca me diste | Cartas regadas
Historia CortaDicen que los poemas son marcas de las cicatrices de nuestros recuerdos profundos, de quienes sienten profundo, y puedo confirmar que lo es. Esto no es motivo de soñar, es una forma de desahogo. No todo será relacionado a una persona en concreto, so...