No salió como esperé... (1/2)

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Confía en mi, T/n —Jisoo soltó una risa. —Ella no ha dejado de hablar de ti, se pondrá más que feliz cuando te vea

Las demás asintieron con una sonrisa.
Bajamos del elevador juntas y caminamos hacia la habitación.
Las chicas me ayudaban con mis maletas.

Estoy más que emocionada por reunirme de nuevo con Rosé.
Visitarla cuando está de tour siempre es algo divertido.
Pero esta vez, será aún más especial.

¿Ya tienes el anillo, entonces? —Lisa gritó emocionada y las demás la hicieron callar, temían que Rosé escuchara a través de la puerta. —¿No debería ser ella quien te proponga matrimonio a ti?

Cualquiera puede hacerlo, Lisa —Le sonreí. —Solo hay que estar seguro —Les mostré la caja con el anillo.

Las chicas jadearon sorprendidas ante aquella joya tan preciosa.

¡Es precioso~! —Jennie se acercó a mi, abrazando mi cintura con cariño. —Le encantará

Tienes razón —Jisoo asintió. —Ella lo usará con orgullo y se la va a pasar presumiendo lo mucho que se aman, lo mucho que le gustó, lo mucho que desea pasar el resto de su vida contigo

Eso espero —Suspiré nerviosa. —Yo misma lo diseñé para que encaje con su estilo y sus detalles favoritos

Estamos tan felices por ustedes, enana —Lisa me tomó entre sus brazos.

¿Cuándo le preguntarás?

En la noche, unnie —Sonreí mirando a Jisoo. —Tenemos una reserva en el restaurante, estoy nerviosa pero también emocionada

Todo saldrá bien —Lisa palmeó mi cabeza. —No hay forma de que diga que no, ella está más que enamorada

Bien, ya, es hora de que T/n vaya con su chica

Todas asentimos y llevamos las maletas al cuarto de Jisoo, mientras tanto.
Las chicas sonrieron y me desearon suerte.
Salí de aquella habitación y caminé al cuarto de Rosé.

Jennie me había dado una llave extra.
Así que puse la llave y esperé que la puerta se desbloqueara.

Entré con una sonrisa esperando encontrarla dormida o jugando videojuegos.
Tal vez incluso cantando o escribiendo.
Pero lo que vi... mi corazón se detuvo al instante.

Estaba entre las piernas de otra chica...

Sus abrigos estaban en el suelo, su camisa estaba levantada.
La chica se movía sobre ella y Rosé sostenía su cintura con fuerza.
Ambas trataban de terminar de quitar la ropa de la otra.

¿Rosie...?

Ella se detuvo al instante.
Aquella chica chocó contra la cama luego de ser empujada.
Sus ojos se abrieron al verme ahí.

¡T/n! —Se levantó apurada. —¿Q-qué haces aquí?

¿Eso es lo que tienes para decir?

Babe, déjame explica--

¿Explicar? —Grité molesta. —Y tú... ¡Lárgate!

Mi voz sonaba con fuerza.
Nunca me ha gustado enojarme justamente por eso, porque puedo llegar a ser muy imponente.
La chica salió disparada de la habitación con su ropa en las manos, tropezando varias veces por los nervios.
La puerta se cerró y miré a Rosé, la cual no se atrevía ni a mirarme.

¿Qué tienes para explicar, Roseanne? —La miré con tristeza. —Casi 4 años a la basura porque si

No sé qué estaba pensando

En eso estamos de acuerdo —Asentí. —No comprendo qué te hice para merecer esto

No es tu culpa, bebé

No me digas así, Roseanne —La miré con lágrimas en mis ojos. —No quiero tus excusas, ni que trates de explicar lo que pasó, ya no quiero nada

¿Qué? —Se acercó. —¿A qué te refieres?

Tomé la caja y saqué el anillo.
Ella miró aquel diamante con tristeza.

Ay, T/n...

Vine para sorprenderte, pero parece que la sorprendida fui yo —Reí con amargura. —Pensé que vendría como tu novia y me iría siendo tu prometida —Suspiré. —Yo realmente estuve a punto de pedirte que pasaras tu vida a mi lado —Ella solo me mraba tratando de no llorar. —Pensé en el discurso durante días, quería todo contigo

T/n, lo siento

Eso no es suficiente —La miré con rabia. —Ya no puedo más

Salí de allí frustrada y ella se sentó en aquella cama.
Sollozó como nunca antes.

Entré a la habitación de Jisoo y comencé a tomar mis cosas de nuevo, lista para imre.

¿Qué sucedió?

¿Ya te vas? —Jisoo caminaba tras de mi.

T/n, ¿a donde vas? —Jennie tomó mi brazo. —¿Qué sucede?

Me giré para mirarla con lágrimas en mis ojos.
La habitación de Rosé se abrió, dejando ver a una peliroja llorando.
Ella se quedó mirando hacia nosotras y yo abrí la puerta del departamento.

¿Por qué no le preguntan a su amiga? —Caminé con dolor al elevador y me subí en este. —Ella les dirá...

Imagina Con RoséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora