Inseguridad (2/2)

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Rosé supo que algo no andaba bien tan pronto abrió los ojos.
Gruñó levemente mientras se estiraba, topándose con la luz del sol directo en sus ojos marrones, haciendo que su cabeza palpitara y que la habitación girara un poco.

¿T/n? —Llamó pero no obtuvo respuesta.

No recordaba ni un mínimo detalle de la noche anterior.
No comprendía por qué estaba en el sofá.

Siempre se sentía cuidada con precaución y cariño.
Usualmente sería llevada por su novia a la habitación y despertaría allí entre sus brazos.
En especial las noches que salía a tomar con las chicas.

Se levantó de mala gana para tomar algo que le quitara el dolor.
Caminó por la casa, sintiéndo que estaba más silenciosa de lo normal.
Extrañaba la voz de su novia.

Subió a la habitación, dispuesta a entrar en la habitación para acostarse entre los brazos de su novia.
Pero para su sorpresa, su pequeña estaba encerrada en aquel lugar.

¿T/n? ¿Bebé, qué sucede? —Tocó la puerta un par de veces. —¿Por qué la puerta está con llave?

Esperó y esperó, pero la respuesta no llegó.
Pronto se abrió la puerta y no se esperaba aquel rostro cansado con mirada de rabia.

¿Bebé? —Preguntó al ver algunas maletas, pero solo pasé empujándola. —¡E-espera! —Corrió al ver que comenzaba a ponerme los zapatos. —¿Qué sucede?

¿No recuerdas lo que pasó cuando llegaste? —Le pregunté girando a ver su rostro. —¿Sabes qué? No importa, te lo explicaré luego cuando sepa que no voy a molestarte

Solo esas palabras hicieron que Rosie recordara todo. —Mierda...

Ah, ¿ya lo recuerdas?

Y no sabes cuánto lo siento

Pues eso no es suficiente —Murmuré y abrí la puerta, pero fui interrumpida por sus brazos.

Dime cómo puedo compensarte, yo haré lo que sea —Suplicó. —Todo lo que deba hacer para demostrarte que me equivoqué, me arrepiento de haberte dicho semejantes estupideces

No lo sé... —Suspiré. —Me quedé pensando y llorando toda la noche, solo quise ayudarte y mira

Fui yo quien se equivocó

No se me ocurre nada, solo sé que me siento herida por tus palabras —Jugué con mis anillos. —Sabes la ansiedad que me da, tú lo sabes, Roseanne; y lo usaste en mi contra

No fue a propósito, fui una tonta

Ambas nos quedamos calladas unos minutos.
Trataba de contener mis lágrimas.

Necesitamos un descanso, Rosie

Te lo compensaré, hermosa —Suspiró. —No dejaré que algo así suceda de nuevo, te demostraré que de verdad te amo

Solo una oportunidad, Park. Una sola

Imagina Con RoséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora