Imagina Con Rosé

Hermanastra

Estaba escuchando música en mi cuarto, disfrutando la sensación de ver el cielo y las nubes. Mi madre vive conmigo aunque últimamente se la pasa saliendo no sé con quién. No tengo hermanos, ni amigos, y mi padre murió en un accidente, así que casi siempre estoy sola en mi cuarto.

—Oye, T/n —Escuché a mi madre entrando en mi habitación. —Cámbiate, vamos a salir

—¿A donde? —Hablé desinteresada.

—Solo cállate y báñate —Dijo frustrada, como siempre, y salió de la habitación.

—Ay, pero qué amable

¿Ahora qué quiere esta señora?
Como sea, mejor hago lo que dijo, no quiero más problemas con ella.

—Por cierto —Entró de nuevo. —Vamos a ir a un lugar lujoso, así que no uses esa ropa de vagabundo que siempre usas

—Gracias por el cumplido, Monica Belluci —Hablé sarcástica viendo como salía. —Como si tu ropa de puta fuera elegante...

De seguro saldremos con su "amiguito del trabajo".
Siempre que no está en casa, sale con ese chico que no sé quién es, y no quiere decirme nada acerca de él.
Así que, no solo me la paso sola en casa, sino que no sé qué es lo que está haciendo mi madre.

Cuando salí del baño, pude ver que mi madre me había dejado un vestido sobre la cama.
No entiendo cual es su gusto por este tipo de ropa tan ajustada y reveladora.
No es que no me guste mi cuerpo, me gusta tenerlo trabajado y tengo buenos atributos pero... es mejor estar cómoda a tener que aguantar la respiración solo para "agradarle al otro".

—Mírate~ —Habló al ver que me acercaba ya vestida. —Tienes un cuerpo casi tan hermoso como el mío —Se giró mirándose al espejo; acariciando lo que, según ella, son sus curvas.

—Solo vámonos, ¿Si? —Pregunté fastidiada por su actitud.

—Oh, si. Vamos, ya llegaron por nosotras —Tomó sus cosas y salió de la casa

—Hola, chicas —Habló aquel hombre. —¿Listas para irnos? —Sonrió amable. —Mi hija vendrá con nosotros, ella está en el auto esperando

Mi madre asintió sonriendo y el señor entró a su auto.
No pensé que este hombre fuera tan guapo, al parecer mi madre si puede hacer algo bien.

—Oh, por cierto —Escuché la voz de mi madre. —Él es mi amigo, es el señor Park Jimin y su hija Roseanne Park es la que está adentro del auto

—Así que 'amigo' —Me crucé de brazos.

—Ya cállate y entra

Suspiré rodando los ojos y entré al auto, viendo a una guapa castaña sentada en el asiento trasero del auto.

—Hola, T/n —Me sonrió amable. —¿Cómo estás?

—No me quejo —La miré. —¿Tú cómo estás?

—Mejor ahora que veo tu rostro —Habló directa. —Eres muy hermosa, ¿Lo sabías? —Acarició mis piernas bajo el vestido.

—G-gracias —Quité su mano un tanto extrañada por su actitud, y me sonrojé de repente.

—¿Por qué te pones roja?

Decidí ignorarla el resto del viaje ya que por su mirada y sus movimientos pude notar que quería hacerme algo, pero yo no voy a hacer nada de eso con alguien que apenas conozco.