Imagina Con Rosé

Te Amo

Estaba mirando el atardecer en el parque, cuando se acercó a mi la nueva amiga que había hecho ese día. Rosé.

—T/n Oppa~ ¡Ya debo irme, es tarde!

—¿T-tan rápido? —Hice un puchero, ella asintió y yo suspiré con triste.

—Pero me gustó haberte conocido —Sonrió con ternura. —Y  cuando nos veamos de nuevo... ¡Cásate conmigo! Es que en serio me gustas, creo que te amo

—Pero nos acabamos de conocer —De nuevo hice un puchero. —¿El amor funciona así?

—Por fis, por fis, por fis~

—Está bien, está bien —Reí sonrojándome. —Cuando seamos grandes, te encontraré y nos casaremos

—Promételo —Comentó alzando su meñique, yo lo tomé con una sonrisa.

—¡Lo prometo!

—¡Roseanne, es hora de irnos~! —Escuché la voz de la mamá de Rosé a lo lejos.

—Adiós, Oppa —Me abrazó con cariño y luego dio un torpe beso en mis labios. —No olvides nuestra promesa, ni olvides que te amo —Se alejó corriendo. —¡Adiós~!

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13 años más tarde...

Me encontraba terminando de hacer la tarea que no pude finalizar anoché. Me apuré y guardé todo al terminar. Tomé mi último cuaderno y vi como algo pequeño salió de su interior.
Lo miré con curiosidad y vi que era algo que me dio Rosé la última vez que nos vimos cuando éramos unas niñas.

—Pronto te encontraré, Rosie

Guardé de nuevo aquel recuerdo y bajé por las llaves del coche de mi hermana Jennie, para luego irme de casa.

—Hola, T/n~ —Escuché la voz de Lisa acercándose. —Están diciendo por ahí que alguien nuevo vendrá a la escuela

—¿Chico o chica? —Pregunté sacando mis cosas de mi casillero.

—Es una chica~

—Meh, no me interesa

—¿Acaso es por esa chica a la que le prometiste matrimonio? —Escuché como seguía mis pasos.

—Si, no dejaré de buscarla

—Buena suerte con eso, pequeña

—Gracias, Lili —Sonreí, algunos pensarán que es una tonta fantasía pero ella nunca me ha juzgado.

Lisa entró al salón y fui tras ella. Pude ver a todos en sus cosas; algunos jugaban, otros reían, otros dormían.

Luego de un rato, yo estaba casi dormida, cuando escuché como alguien entraba al salón en medio de la clase.

—Lamento la tardanza, profesor Hoseok —Hizo una reverencia. —Me perdí buscando el salón, soy la chica nueva, Park Chaeyoung —Sonrió tímida.

—Bienvenida, es un gusto —Le sonrió el maestro. —Ve y siéntate junto a T/n

—¿Que yo qué? —Contesté despertando confundida, observando como aquella chica reía.

—Así que tú eres T/n...— Se sentó a mi lado. —Mi nombre es Park Chaeyoung, pero también me llaman Roseanne

¿Roseanne? ¿Acaso es...?
No, no puede ser. No creo que sea ella.
Hay muchas personas llamadas así.

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—¿Interrumpo algo? —Escuché la voz de Rosé acercarse a mi. La clase había terminado hace rato, así que fui a relajarme al jardín.

—No, claro que no. ¿Vas a sentarte junto a mi?

—Yo... Quería preguntarte sobre tu infancia —Me miró atenta. —¿Tienes alguna historia interesante para contar?

—La tengo, p-pero es personal

—Entiendo —Asintió sin protestar. —Entonces yo te contaré la mía —Sonrió. —Cuando era pequeña conocí a una niña que se volvió especial para mi... Ella prometió que nos encontraríamos de nuevo y nos casaríamos

Mierda... No puede ser.
Es ella.
Ella es mi Rosé.
Es exactamente la misma historia.

—Por desgracia olvidé su nombre y su rostro... —Suspiró con tristeza. —Por eso cambio de escuela de forma frecuente, espero encontrarla

—Suerte con tu búsqueda... Rosie —Le sonreí y ella se fue.

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Ya han pasado varios meses desde que estudio junto a Rosie.
Ella es una chica muy interesante e inteligente.
Pero hoy faltó a clase, me pregunto por qué.

—Oye, T/n —Escuché la voz de mi amiga Jisoo. —¿Ya escuchaste las noticias?

—¿De qué hablas?

—Es sobre Rosé —Suspiró. —Escuché que tiene un tipo de cáncer y le queda poco tiempo— Me quedé helada ante aquello. —Me siento triste por ella

—¿En qué hospital está? —Pregunté apurada.

—Creo que en el hospital central

Inmediatamente salí de la escuela y fui allí. Tenía que verla.
Al llegar allí, pregunté por Rosé.
La chica comenzó a buscar y a buscar, lo cual me desesperó. Yo misma fui a buscarla en cada habitación.

Así que cuando la encontré, entré rápidamente viendo como estaba rodeada por sus padres y por doctores.

—Rosie... —Ella me miró con tristeza, yo me acerqué tomando su mano. —¿Por qué no me lo dijiste?

—No quería preocuparte, sé lo mucho que te importa la escuela y no quería ser una distracción

—Nada de eso importa, solo me importas tú. ¿No recuerdas? Yo te amo

—Y yo te amo a ti —Sonrió con nostalgia. —Y lamento que no hayamos podido estar juntas y casarnos y cumplir todo lo que prometimos

—T-tú... me recuerdas

Esperé una respuesta, pero lo único que escuché fue el sonido de aquella máquina indicando que su corazón había dejado de latir.
¿Por qué, Rosé? ¿Por qué no dijiste nada?

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Salí del hospital con lágrimas en mis ojos y pude ver a lo lejos el mismo parque de hace tantos años.
Fui a sentarme allí, observando el hermoso atardecer que comenzaba a formarse.
Levanté mi dedo meñique y dejé salir un suspiro, seguido de una leve sonrisa.

—Prometo amarme tanto como te he amado a ti