Imagina Con Rosé

Es ella...

—Bien~ ¿Ahora a dónde vamos? —Rosie sacó su teléfono de su bolsillo para mirar la hora. —Apenas son las 2:00PM, todavía tenemos tiempo

—Dejemos que nuestra chica decida —Sonrió Jennie y ambas me miraron.

Las chicas tenían un par de bolsas en sus manos de todo lo que habíamos comprado.
Yo tenía mis manos aferradas a los brazos de las chicas.
Me tenían en medio como si fuera su pequeña niña.

Así ha sido desde que llegamos al centro comercial.

En la mañana las chicas me dijeron que saldríamos de compras ya que querían consentirme un rato.
Así que llevamos apróximadamente una hora aquí comprando y comprando.

—Quiero algo de tomar

—Vamos a buscarte algo~ —Sonrió Jen. —Vamos a la zona de comidas y podemos buscar algo para comer juntas

—Eso suena perfecto —Rosé asintió rápidamente, solo piensa en comida.

Mientras nos acercábamos al lugar, podíamos ver todas las opciones frente a nosotras.
Todo se veía llamativo.
Era el paraíso para los amantes de la comida.

Estaba concentrada observando cada lugar hasta que escuché una voz.
Alguien pronunciaba mi nombre.
La voz venía desde atrás de mi.
Juro que mi corazón se detuvo cuando supe quién era.

Pero no, no puede ser cierto.
¿Verdad?
De seguro solo es el hambre haciendo que alucine.
Eso es normal, ¿cierto?

Quiero decir... No es la primera vez que imagino escuchar su voz.
Incluso si ya terminamos...
Incluso si ha pasado más de un año...
Incluso si ya la superé...

Pero su voz resonó de nuevo por el lugar.
Esta vez más fuerte.
Más cerca.

—¿No quisieran ir por un helado allí? —Tomé la mano de ambas tirando con fuerza.

Quería que saliéramos de ahí rápido.
Debíamos escapar antes de que ella llegara.

—¿Qué sucede? ¿Todo bien? —Preguntó Jennie.

Pero ya era tarde...

Me giré para seguir tirando fuerte de las chicas pero me choqué con ella.
La tenía frente a mi.
Esta vez era real.

—Hola, mí T/n —Pronunció. —Esperaba verte, sabía que pasaría tarde o temprano —Se cruzó de brazos con una sonrisa.

—Déjame, por favor

—¿Por qué lo haría? Estuvimos juntas demasiado tiempo y sabes que no lo haré, me sorprende que lo olvides —Escupió agresiva. —¿Por qué no conversamos un poco sobre nuestra relación y por qué me dejaste? ¿Huh?

Su voz aumentaba el tono con cada palabra.
Su mano sostenía con fuerza mi brazo.
Poco a poco dejando marca.

—Oye, ya suéltala —Habló Rosie. Jennie estaba intentando separar nuestras manos. —¿Quién mierda eres y qué haces con nuestra chica?

—¿Suya? —Soltó una fuerte y asquerosa risa. —Es mía, idiota

—Soñar es gratis

—Es ella

Esas palabras fueron suficientes.
El rostro de las chicas cambió al instante.
Ya antes les había contado de mi ex.

Jeon Soyeon...

La mujer que me había enamorado por completo.
Estuve con ella antes de salir con Rosie y Nini.
Pero la relación no salió bien.
Me dejó muchos traumas.

Físicos, mentales, emocionales...

Nunca creí que podría escapar de sus tóxicas manos.
Pero lo logré.
Con ayuda, mucha ayuda.
Pero lo logré...

Al principio tuve mis dudas cuando las chicas se confesaron ante mi.
Sin embargo, no me arrepiento de nada.
Ellas me han hecho sentir amada desde el primer día.

Y, aunque al principio de nuestra relación fui un poco cerrada, pronto les conté todo lo que sucedió.
Ellas nunca habían visto el rostro de Jeon.
Pero el temblor en mi voz y esas dos palabras fueron más que suficiente.

—Tú vienes conmigo —Se acercó de manera brusca.

Por suerte Rosé fue más rápida y la detuvo.
Sostuvo con fuerza el brazo de Soyeon, antes de que ella pudiera tomarme.

—Si quieres conservar esta fea mano, quítate

—¿O qué, rubia? ¿Qué harás?

—Te partiremos ese trasero plano juntas

Soyeon solo sonrió y se acercó de nuevo.
Esta vez fue Jennie quien la detuvo.
La empujó con tanta fuerza que casi se cae.

—Ya te lo advertimos, no la toques

—T/n nos contó todo sobre ti y lo extremadamente necesitada que estas de terapia —Rosé se acercó. —Así que hazte un favor y no sigas, no dejaremos que le hagas nada

—Ella es más feliz con nosotras de lo que fue alguna vez contigo, así que ya no lo intentes más, no puedes seguir lastimándola —Sonrió Jennie, pude darme cuenta que estaba más que molesta. —En realidad, me gustaría que lo intentaras

Me quedé pasmada ante la sugerencia de Jennie.
No podía moverme.
Mís piernas no respondían, el miedo estaba en todo mi cuerpo.
En especial viendo su rostro después de tanto.

—Te lo repetiré solo una vez más —Jennie se acercó a ella a pasos lentos, su mandíbula estaba tan tensa. —Vas a dejar a T/n sola y vas a regresar a tu patética vida

—¿Y si no quiero?

Rosé soltó una risa. —Créeme, no quieres saber lo que Jennie va a decirte

Soyeon iba a protestar pero la mirada de Jennie la detuvo.
Tosió incómoda y casi se cae.

—Lastimas a las personas porque eres horrible y patética, nosotras no somos así; amamos a esta hermosa chica y estamos dispuestas a hacer lo que sea con tal de mantenerla a salvo

Jennie me sostuvo la cintura con posesividad, su agarre era fuerte para dejar en claro que soy suya pero a la vez tan delicado que me sentía a salvo.

—Ahora vete

Pronto sus pasos alejándose a toda velocidad fue lo último que escuché.
Las chicas suspiraron al mismo tiempo.
Ambas se giraron para ver si estaba bien, pero yo me lancé a sus brazos.

—Tenía mucho miedo, gracias por cuidarme

—Nadie puede lastimarte, cariño —Rosie acariciaba mi espalda.

—Siempre estaremos aquí para ti

Me separé mirándolas aún con lágrimas en los ojos.
Una pequeña sonrisa escapando de mis labios.

—¿Creen que podamos ir por un poco de pizza cerca de casa? —Pregunté en voz baja.

—Cariño

Jennie hizo una larga pausa.
Comencé a preocuparme hasta que escuché la risa de ambas, seguida de dos besos en mis labios.

—Pizza suena fenomenal