Imagina Con Rosé

Llámame 'Rosie' (2/2)

Mi teléfono comenzó a sonar, un mensaje de Rosé llegando.
Corrí a la habitación cuando terminé de organizarme y tomé aquel dispositivo.
Una sonrisa apareció en mi rostro al ver que llegaría tan solo en unos minutos.

Miré mi reflejo en el espejo un par de veces más, organizando cualquier pequeño error en mi outfit.
Solo podía pensar lo que sucedería hoy, mi corazón no paraba de saltar.

No recuerdo la última vez que estuve tan feliz.
Esta chica... en serio es especial.
Recién la conozco y siento algo tan fuerte.

Escuché el sonido de la puerta y miré mi reflejo una última vez.
Bajé de prisa, respirando un par de veces antes de abrir.
Pero todo fue en vano al verla allí tan perfecta.

—Wow... —Rosé soltó una risa y tomó mi mano.

—Podría decir lo mismo de ti, te ves excepcional —Dejó un beso en mi mano, haciendo que mi corazón se detuviera una vez más. —¿Estás lista?

—¡Si! —Asentí al instante. —Estoy más que emocionada

Sabía que iríamos a un restaurante.
Pero tal y como pensé, no quiso decirme cuál.

Incluso ahora, mientras observamos el camino en el auto, ella sigue sin ceder ante mis pucheros y se niega a arruinar la sorpresa.
Por fin se detuvo el auto, pero no esperaba que fuera uno de los lugares más costosos de la ciudad.

—Rosie...

—Shh~ —Puso su dedo en mis labios. —Nuestra primera cita debe ser especial

—¡Pero esto es jodidamente costoso!

—El dinero no es un problema, vales la pena cada centavo —Me sonrojé al instante. —Ahora, espera un momento

Rápidamente bajó del auto para abrirme la puerta.
Mi corazón de nuevo comenzó a latir con fuerza ante el gesto.

—G-gracias

—No hay de qué, hermosa —Sonrió.

Sostuvo la puerta unos instantes, para luego caminar al restaurante.
Estaba genuinamente sorprendida ante aquel lugar, en especial por su silencio y su ambiente tan romántico.

—Tengo una reserva para esta noche —Se escuchó la voz de Rosé, dio su nombre y tomó mi mano para caminar a la mesa.

Reservó una de las mesas al fondo del lugar, queriendo tanta privacidad como fuera posible.
Habían un par de mesas al rededor pero estaban vacías, todos estaban lejos de nosotras.

—Tomen su tiempo para pedir —Se escuchó la voz de la chica que nos atendía, antes de retirarse.

—Sé que recien nos sentamos, pero quiero agradecerte por esto —Miré a Rosé.

Ella cerró el menú para poder prestar atención.
Su mano se posó en la mía, mientras dejaba suaves caricias.

—¿Por qué?

—Todo —Contesté. —Por traerme, por sostener la puerta para que bajara del auto, por hacerme feliz... No sabes hace cuanto no me sentía así

—Es un placer, T/n —Sonrió. —Me gustas, y quiero tratarte como lo mereces

Una tímida sonrisa apareció en mis labios y no pude evitar mirar el suelo avergonzada.
Pero tan solo un momento después, sentí unos ojos sobre mi.
Levanté la mirada buscando al culpable pensando que sería Rosie, pero rápidamente vi gente murmurando y tomando fotos.