Capitulo 8: Quedando con un viejo amigo.

128 14 0
                                    

James Gregory en multimedia.

**Trevor**

No me esperaba nada de lo que ocurrió con Samantha y la escena de la camarera. Pero pude ver en sus ojos que estaba disfrutando de mi compañía. Y cada vez que la miraba estoy seguro que más de una vez me pilló. ¡Y luego me besó la mejilla!

Que interesante. Me toqué el lado donde me había dado un beso.

Podía sentir el calor de sus labios al darme ese beso. Y la cara de inocencia y timidez que tenía en esos momentos. Es increíble como un gesto de amigos para otra persona puede ser esto. Yo creo que su reacción si que es real. Ya sea pronto o temprano, me lo acabará dando en otro sitio. De una manera u otra no me imagino mis labios sobre los míos al compás...

¿Pero en que estás pensando?

Tengo que decir que es una chica muy interesante. Es diferente a todas las chicas con las que salgo. Con esto quiero decir que a ella no le molesta que tontee con otras chicas. En mi defensa quiero decir que no tonteo con las chicas, yo solamente juego.

¿Qué motivos tendrá? Si está actuando debería darle un Oscar. Pero algo me dice que todo lo que ella me cuenta viene de su corazón y que no me está utilizando para mostrarme como su novio delante de todos. ¡Vamos! ¡Mirame! Soy maravilloso. Quiero decir que para alguien tan inteligente se pondría de manera humillante perdiendo el premio de ser la primera. Todavía necesito esperar. ¿Quien sabe? Puede ocurrir de todo.

Cuando salí mi teléfono empezó a sonar. Esperaba que fuera Alice. Quizás hablo demasiado pronto. ¿Todavia quiere algo Trevor-amor? Reí ante esa idea. Pero para mi mala suerte no era ella. Era alguien que nunca pensé que me llamaría después de tantos años.

-¿Quien es? - pregunté aun sabiendo la respuesta

-Tr-trevor chaval,¿Que tal? Soy James- dijo

-¿Quién? Yo no conozco a ningún James-le dije. Aunque sabia perfectamente quién era.

James Gregory, mi mejor amigo que obtuvo Gregory Global Corporation, una de las compañías industriales más famosas. Nosotros éramos iguales. Ambos ricos, herederos de la fortunas de nuestras familias, los hobbies, los intereses e incluso el mismo gusto para las chicas.

Nosotros éramos como hermanos hace dos años hasta que se fue de New York sin decirme una sola palabra. No he sabido nada de él hasta ahora. Incluso guardaba su número de móvil.

-¿Es que ya no te acuerdas de mi? He vuelto. ¿Asi es como das la bienvenida a tu hermano? - me preguntó.

- No se de que me estás hablando. Yo no tengo ningún hermano que se haya ido y que no me ha vuelto a dirigir la palabra. Te has equivocado de número- le dije. Al instante lo oí reírse.

- Sigues siendo un vejestorio. Vale, abuelo, corta el rollo y queda conmigo en el pub que tenemos mucho de que hablar- me dijo.

- Allí nos vemos- le dije y corté. Cambié la dirección para llegar donde habíamos quedado.

En diez minutos llegué a mi destino donde vi a James.

- Vaya, vaya, James Gregory estas gordo- dije carcajeandome.

- Se llaman músculos genio. Tu estas delgaducho- me atacó

- Sigues igual, ¿ehh? Anda vamos a hablar dentro- le dije y nos dirigimos hacia dentro a la zona vip. Nos sentamos en un sofá de cuero y pedimos una botella de vodcka.

Debo salir con el playboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora