7 Conversaciones incómodas o candentes💖🔥

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Eric llegó a su departamento, y se encerró en la habitación. Sonrió cuando un mensaje de su presa llegó en ese momento. Habían dado «Match».

En el lenguaje de Tinder eso significaba que el otro tenía ganas de conocerte. Vaya, esto avanzaba más rápido de lo que esperaba.

Perdona, soy nuevo en esto. Mi nombre es, ¿debo decirte mi nombre?

Eric se mordió el labio inferior mientras leía ese mensaje ¿De verdad había bombones así todavía? ¿Dónde carajo estuvo todo este tiempo? Iba a disfrutar tanto entrar en él.

Depende, ¿tú lo quieres decir? Lo haré yo primero, el mío es Eric.

Eric esbozó a modo de entrar en confianza. Era claro que la experiencia del muchacho era bastante incipiente.

Felipe, mi nombre es Felipe Becerra.

Eric frunció el ceño, y de pronto vino a su cabeza el nombre de un conocido jugador de tenis, y empezó a reír. Carajo, esto sería tan gracioso. Ni siquiera sabía mentir como es debido. Estaba bien por él, no estaba interesado en su nombre después de todo.

Tus fotos pueden provocar un infarto ¿Eres consciente de eso?

Eric dejó el celular, y comenzó a desnudarse para tomar una ducha en su bañera. Se sentó en la orilla de la tina, y abrió el grifo. El agua corría despacio, la tina de porcelana comenzó a llenarse. Eric buscó el jabón líquido y una esponja, y encendió algunas velas.

Era un gusto que le había quedado de su antigua vida, mejor dicho, era una costumbre que había heredado de sus hermanas menores, las cuales, siempre compraban velas y jabones con aroma a rosas, las cuales él les robaba.

Quizás fuese el recuerdo, tal vez un gusto culposo. Eric amaba ese ritual donde se relajaba en el agua.

¿De verdad crees que me veo bien?

Eric frunció el ceño al leer la respuesta del tal Felipe ¿Qué mierda le pasaba? ¿Es que no tenía espejo en su casa o solo le gustaba que le acariciaran el ego?

El hombre sonrió, a lo mejor Felipe solo era un vanidoso que fingía timidez. Era una posibilidad, su aspecto de candidez lo ayudaba.

Más que bien.

Respondió escueto. Era lo mejor, pese a que sus dedos querían teclear para mencionar todos los atributos físicos que ese muchacho tenía. Si ese vanidoso quería jugar, él también podía hacerlo,

Tú luces magnífico.

Fue la respuesta de Felipe. Eric sonrió mientras se metía en la bañera, y el agua caliente comenzaba a cubrir su cuerpo. Dio un suspiro de satisfacción cuando su espalda tocó uno de los laterales, y se apoyó con comodidad sobre la porcelana.

¿Qué te parece si nos encontramos mañana?

Eric acariciaba el grifo ubicado en el extremo opuesto de la bañera, y apoyaba su pie en él mientras esperaba la respuesta.

¿No crees que estamos yendo demasiado rápido?

¿No crees que deberías dejar de tontear Felipe? Tus fotos piden a gritos una buena follada. Tú me gustas, yo te gusto, ¿por qué deberíamos esperar?

Eric se mordió el labio inferior y espero una respuesta. Una que no llegaba. Frunció el ceño y pensó que se había movido demasiado rápido.

Luego rio para sus adentros. El tipo aparecía desnudo en cada foto rogando que le dieran duro ¿Es que se había acobardado?

Sus músculos se tensaron ante la idea. Habían pasado meses desde que la sola idea de una follada lo entusiasmara tanto ¿Y ahora iba a perderlo?

¿Vives en Moscú?

¿Había estado conteniendo el aliento hasta que la respuesta llegó? Eric había sido inconsciente a ese hecho.

En Londres, pero puedo llegar allí.

Respondió a la velocidad de la luz, su rostro estaba acalorado ¿Estaba nervioso? Sacudió su cabeza ante la idea estúpida. Hizo esto cientos de veces, ¿qué tenía el tal Felipe para ponerlo así?

«Un momento».

Pestañeó varias veces y tomó conciencia de la situación.

«Brasil 1501».

Felipe Becerra tenía padre brasileño y madre rusa. Tenía residencia en Moscú ¿Podía ser posible o le estaban tomando el pelo?

¡Ni de coña! Nadie sería tan tonto para dar su nombre y apellidos reales si fuera una figura pública. No, de seguro el conocido tenista tenía más masa cerebral que eso.

Muéstrame alguna razón por la cual debería aceptar tu propuesta.

La respuesta de Felipe lo sorprendió.

¿Podrías ser más específico?

Eric lo provocó con ganas de que esta charla caliente subiera de nivel.

¿Qué tienes para ofrecerme? ¿Por qué debería elegirte a ti y no a otro?

Bueno, lamento decirte que me has elegido a mí.

Tuviste suerte, ahora muéstrame algo más.

Eric enarcó las cejas. Una actitud osada y diferente, como si no estuviera hablando con la misma persona del principio.

Carecía de importancia de todos modos, el punto aquí era llegar a la cama. Eric agarró el teléfono, y abrió las piernas. El agua cristalina y el brillo de las velas creaban luces y sombras. Tomó una fotografía.

Su cabello húmedo y despeinado, las gotas de agua resbalaban por su rostro y pecho que sobresalía del agua de la tina, sus ojos lucían puros y cristalinos. Una gran blasfemia si se tenía en cuenta el contraste de sus orbes verdosos con la verga dura en su mano derecha que mostraba con nitidez todo lo que podía ofrecerle.

Breakpoint - Bilogía Matchpoint libro 1 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora