36 Sin máscaras💖🔥

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—¿Qué carajo haces aquí? —preguntó Felipe

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—¿Qué carajo haces aquí? —preguntó Felipe. Ruhr ingresaba con una sonrisa. Eric y Grégor le cubrieron la pasada a sus guardaespaldas.

—¡Vaya! ¡Cuánta hostilidad! —se burló—. Pensé que los vería tristes y demacrados. Resulta que los encuentro aquí, rozagantes, preparados para la guerra.

—Vete a la mierda—dijo entre dientes Felipe—. Deberías estar en la cárcel o muerto, infeliz.

—Señores, por favor. —El abogado se puso de pie—. El señor Ruhr ha sido citado porque es parte fundamental en la lectura, del mismo modo que ustedes.

—Esto es una locura. —Raisha no lo podía creer. El bastardo tomó asiento a su lado.

Grégor observó a la mujer y esta le asintió con la cabeza. Fue en el momento en que cerró la puerta. Raisha se acomodó en la silla con ganas de golpear a Ruhr.

El abogado se ubicó de nuevo en su sillón.

—Les pido tranquilidad, voy a proceder a la lectura del testamento.

Felipe cerró los ojos imaginándose lo peor.

***

—¿Qué carajo sucede aquí? —cuestionó Eric al lado de Grégor.

—Sea la que sea, no se saldrán con la suya. Tengo la información que va a hundirlo en este momento.

—¿Lo trajiste? —Eric frunció el ceño.

—Todos los archivos los transferí a un pendrive que tengo en mi bolsillo. No confiaba en que continuarían en esa computadora si caía en las manos equivocadas, o incluso con la policía. Era un riesgo muy grande que no pensaba tomar.

Eric se humedeció los labios. Esto iba a ponerse feo.

Hay situaciones ,a las cuales, nunca les encontraremos una explicación válida. Cuestiones que carecen de lógica.

El hecho de que Zaria Sharkova se enamorara de mí fue una de ellas. Soy consciente de que ella era demasiado. Lo era para cualquier hombre, aun así, la conquisté.

Me permitió estar con ella, me aceptó a mí y te aceptó a ti, Raisha, como una hija más. Te cuidó y te dio tanto amor como solo ella puede dar. Luego llegaste tú Felipe, con tu sonrisa y tu timidez, con tus ganas de oponerte al mundo, pero sobre todo a mí.

Te odié por momentos, por instantes en donde me quitabas a Zaria, por segundos en que te negabas a seguir el camino que, según mi parecer, tenías la obligación de seguir.

Felipe, nunca te di amor o una muestra de afecto. Debías ser fuerte y dejar de depender de las personas que, de un día para otro, no estarían o quizás te engañarían. No se puede confiar en la gente. Espero lo hayas aprendido.

Es mi turno de partir y espero que, aunque dolió, hayas aprendido la noción de independencia y valor que quise inculcarte, Felipe.

Te amo a ti y a tu hermana. Puedes dudarlo si quieres, pero es la verdad.

Breakpoint - Bilogía Matchpoint libro 1 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora