—Algún día seré número uno del mundo. Viajaré mucho y seré feliz.
—Sí, mi vida. Eres especial, vas a conquistar todo lo que te propongas.
Felipe estaba junto a Mirás y observaba los vídeos de Emmanuel Urich.
—¿Por qué piensas que es el número uno?
—Ni puta idea—dijo Felipe con enojo a su entrenador—. Ander es cien veces mejor tenista.
—Estoy de acuerdo—agregó Mirás. Detuvo el video y pasó al siguiente—¿Qué diferencia a Emmanuel del resto?
—¿Su egocentrismo? —Felipe arqueó una ceja. El entrenador comenzó a reír.
—¿Sabes cuál es tu problema? Eres incapaz de observar sin juicio las virtudes de tu adversario. Te aseguro que el mismo Ander ve talentos en él.
«Sí, dice que le gusta apretar la verga dentro de su culo y luego sacudirlo».
Felipe hizo una mueca de una sonrisa a ese pensamiento. Si su pobre entrenador supiera lo multifacético que era Emmanuel con Ander. Felipe se estiró hacia adelante en la silla y afirmó sus antebrazos en las rodillas
—¿Qué lo hace diferente? Dímelo tú, porque yo no lo voy a averiguar así me quede toda la tarde sentado aquí.
—No solo busca la debilidad del rival para explotarla. Es un arte.—Admiró el entrenador—. En el caso de Ander, Emmanuel sabe que es más rápido. Contigo es más simple, solo le basta con hacerte enojar. Grita cosas, hace gestos, y tu pierdes el control del juego. De pronto, ya no te importa quién gane. Solo quieres hundir tu puño en esa cara, o tu pie en su trasero.
—Nunca lo encontraría—balbuceó Felipe.
—¿Cómo dices?
—¿Cómo coño puedo solucionar eso? —Esquivó el tema Felipe.
—¿Quieres ser número uno?
—Sí.
—Pues ve por él, que tu mente solo tenga eso rondando. Sin burlas, ni enojos. Esto no se trata de ser más hábil, sino de tener mejor entrenamiento mental. A partir de este momento, solo piensa en el primer puesto. Nada de miedo o crisis de conciencia. Necesitamos que seas mente y corazón.
—Está bien, lo intentaré.
—Felipe—Mirás le golpeó el brazo—, no quiero que lo intentes. Hazlo.
Felipe lo hizo. Entrenó más duro que nunca, corrió más kilómetros y le dedicó tantas horas en el gimnasio como jamás en su vida. Esa semana fue crucial.
«Debes hacer caso a las indicaciones del médico».
Su tabique nasal ya estaba bien. No iba a preocuparse por eso.
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Breakpoint - Bilogía Matchpoint libro 1 (+18)
Romance¿Qué estás dispuesto a hacer para mantenerte en el juego? Todos tenemos una adicción, todos necesitamos un aliciente que nos impida volarnos la cabeza con un arma después de perder a todos los seres que amamos. La adicción de Eric Morgan es el sexo...