39 Miedo 💖🔥

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Torneo de Frankfurt, Alemania

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Torneo de Frankfurt, Alemania.

Dos semanas después.

—¿Qué pasa flacucho? ¿Tienes calor? —La voz burlona de Emmanuel hizo que Felipe le hirviera la sangre.

La caída en el primer set fue brutal. Un demoledor seis a cero en donde todos creían que Felipe la única corona que recibiría sería de flores. Estaba muerto.

—Eres mejor que él, Felipe. Siempre lo fuiste.

Mirás le había golpeado la espalda infundiéndole valor ¡Qué cosa rara los gestos de los seres humanos! ¡Tan simples y a veces significaban tanto!

Felipe no le fallaría a Mirás, así como tampoco se fallaría a sí mismo.

La vida era un bosque oscuro lleno de fantasmas, pero también era flores y verdes prados, pájaros cantando y ciervos que corrían entre los árboles. Felipe conocía lo profundo de ese bosque. Se limpió el sudor con la toalla, entretanto estaba en descanso. Miró hacia las gradas enfrente y se encontró con él, con todo lo que representaba ese hombre.

Eric le sonrió. Estaba sentado en la parte baja de la tribuna y se enfocaba en él. La victoria no solo fue un sueño, sino una realidad.

Felipe ganaría ese torneo. Había entrenado duro para ello, le había ganado una vez más a su amigo Ander. Un Ander que estaba a las puertas del número uno, pero que ahora requería de un triunfo de Felipe para destronar a Emmanuel.

Si fue capaz de vencer a su mejor amigo, todo era posible. Era el dueño de su realidad. Tenía el talento para vencer a un gigante que a esa hora se deshacía en el calor de la misma forma que él.

Eric movió sus labios. Felipe sintió que las lágrimas corrieron por sus mejillas.

«Te amo».

Esas fueron las palabras que le dijo. La primera vez que lo hacía. Allí, a varios metros de él. Felipe tuvo ganas de correr a sus brazos y besarlo como nunca.

«Emmanuel».

Cierto, todavía debía ganar ese set para forzar uno más y desempatar. Ambos tenistas se levantaron y caminaron, cada uno a su propio sector.

—Cerdito huérfano—susurró Emmanuel cuando pasó cerca de él. Felipe se giró hacia el idiota que siguió caminando como si nada.

Se limpió el sudor que no lo dejaba y sostuvo la raqueta con sus dos manos. Emmanuel sacó.

Fue una lucha épica, una de las que Felipe les contaría a sus hijos y nietos alguna vez . A todos esos pequeños que tendría junto a Eric Morgan cuando se casaran. Felipe tenía la capacidad de ser muy cursi. Tendría muchos pequeños rubios, de hermosos ojos verdes.

Cada punto le costó sangre. Emmanuel rompió dos raquetas con su ira desmedida cuando comenzó a perder puntos.

Emmanuel golpeó la bola desde el centro con toda su fuerza. Felipe corrió y la alcanzó. Pasó por apenas un centímetro por encima de la red.

Breakpoint - Bilogía Matchpoint libro 1 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora