—Lo lamento Bryce, pero no formaré parte de esto.
—Somos tu familia.
—Yo lo sé, pero estoy vivo. Me gustaría que ustedes vivieran también.
—Todo lo que hemos logrado...
—¿Qué hemos logrado según tú?
—Venganza.
—Ya no quiero estar ahí, Bryce. Espero que en, algún momento, tú también te decidas a salir de allí del mismo modo que Anael.
Para renacer, una parte de nosotros debe morir. Eric comprendió que ahora estaba dispuesto a vivir otra vida. Una de verdad, una parecida a la que tuvo antes de la masacre de su familia. Había muchas cosas que lo unían a Felipe Becerra, a ese tenista de mirada inocente y labios carnosos. La ambición de sus padres los llevó a ambos a puntos irreversibles.
Bryce y Anael, sus hermanos sobrevivientes de aquella fatídica noche, clamaban sangre del enemigo. Tenían la posibilidad de eliminar a un miembro más de la familia que les arruinó la vida. Eric entendió que, si no era capaz de romper el círculo, ¿para qué continuaba en este mundo?
Le dolía saber que lo más probable era que sus hermanos murieran en enfrentamientos con los enemigos, pero respetaba su decisión.
—Ojalá encuentren lo que buscan.
—La muerte es a lo único que podemos aspirar, Eric. Y ya deberías saberlo.
Ahora estaba en una habitación de hospital. En ella estaba Felipe, su hermana Raisha, Grégor y Eric. Carlos los dejó solos para que hablaran en calma.
—Voy a decirte cosas que no me corresponde.
—Mi padre nunca lo hará así que, te escuchamos—agregó Felipe. Raisha la bella hermana del tenista estaba a su lado.
—Trabajo desde hace tiempo para el Gobierno de Sudáfrica, actualmente hay una investigación acerca de la explotación de minerales y los riesgos de la comunidad. Miles de personas han fallecido en las zonas de extracción por sueldos míseros, y condiciones casi de esclavitud. El gobierno quiere cambiar eso y para ello debe quitar algunas concesiones. Me aboqué a mi trabajo después de la muerte de mi familia. Fui piloto durante mucho tiempo y no estuve vinculado a ninguna otra tarea hasta que mi vida dio un vuelco. —Grégor se aclaró la garganta. Felipe y Raisha lo observaban callados del mismo modo que Eric—. Uno de los contratos que el gobierno busca invalidar es el de Olimpia Zeratos.
—¿Olimpia Zeratos? —Raisha frunció el ceño—. Me suena conocido, Jorge ha hablado de esa empresa varias veces—. Grégor asintió. Aquí venía una parte complicada.
—Jorge es el accionista principal de Xinaris. La idea de Olimpia Zeratos es absorber la empresa, pagarle a Jorge y que éste quede como un títere en el mejor de los casos. Los accionistas de Olimpia tienen un firme aliado en Ruhr Levin Sarich, socio de Jorge. Xinaris es una empresa en expansión. Olimpia la necesita para sus operaciones en Rusia.
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Breakpoint - Bilogía Matchpoint libro 1 (+18)
Romance¿Qué estás dispuesto a hacer para mantenerte en el juego? Todos tenemos una adicción, todos necesitamos un aliciente que nos impida volarnos la cabeza con un arma después de perder a todos los seres que amamos. La adicción de Eric Morgan es el sexo...