Capítulo 5.2

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Conforme la amargura crecía sus sentidos se nublaban, es por ello que no se percató cuando su hermano acompañado de Liam ingresaron a su habitación.

-Espero que hayas descansado bien.- la saludo Edgar. Su hermano llevaba aún el uniforme militar de Sirey pero se veía menos presentable. Su cabello estaba despeinado y graso debido al sudor, los guantes blancos se habían tornado grises y las condecoraciones de su pecho estaban torcidas.

-Muy bien, gracias.

-Parece que ya has empacado tus cosas.- Edgar se giró para ver a Louise que se mantenía callada frente al armario de Ariadne.

-¿Debo llevar algo en especifico?.- preguntó la princesa

Su hermano se dejó caer en su cama y soltó un largo suspiro.

-Mucha paciencia, no te aseguro que tu estadía con los Holmes sea la más placentera, pero estarás a salvo qué es lo importante.

-¿A salvo de qué?

-De todo.

La ambigüedad con la que su hermano respondía solo le daba a entender que no habría la tan esperada charla del día.

-Decidí empacar algunos documentos en los que estaba trabajando en el Consejo, esperaba poder terminarlos pronto.- comentó Ariadne.

-Eres muy considerada pero, temo que no te alcanzará tiempo para terminarlos. De todas maneras, puedes llevarlos, serán una buena distracción.

-¿Has planificado un itinerario para mi?

-Más allá de tu protección, te envío a Lyene para que ayudes al tío Benjamin, ha estado bajo mucho estrés últimamente. Si queremos regresar la estabilidad y seguridad a la gente necesitamos a quién es nuestro modelo más cercano de la realeza.- reflexionó.- Las personas lo perciben como alguien de fiar, mucho más que a mi por mi inexperiencia.

-Es ridículo, lo estás haciendo bastante bien

Edgar con una sonrisa triste asintió

-Hago lo mejor que puedo, pero tienen razón, aun soy inexperto y si no fuera por nuestros aliados en el parlamento, muchas de mis decisiones habrían hundido más al país.

Edgar era tan duro consigo mismo, no podía aceptar un cumplido sin pensar en todos aquellos defectos que parecían atormentarlo. Para ser justos, ello se debía a las constantes comparaciones que se hacía con su padre, una figura que creía jamás iba a igualar.

-No es que lo estés haciendo mal Edgar, en el parlamento han aumentado las voces disidentes, independientemente de lo que hagas tendrán algo para criticar. Parece que están alarmados y ante tal miedo, el único arma que tienen para contraatacar es la prensa.- intervino Louise con aquella mirada llena de resentimiento cada vez que hablaban del cuarto poder en Sirey y todo el mundo.

-Sea como fuera, necesitamos aliados. En Aperton están disgustados con nuestra gestión y se me dificulta acceder a acuerdos para seguir con las investigaciones. Ahora que han aparecido esas cosas...- Edgar guardó silencio por un instante buscando las palabras adecuadas.- Necesitamos la colaboración de esa región. Lyene tiene acuerdos comerciales muy poderosos, tal vez nos puedan ayudar, pero para eso, necesitamos que nuestro tío esté completamente de nuestro lado.

-Creía que lo estaba.-inquirió Ariadne algo preocupada por su papel protagónico- Quiero decir, ha estado haciendo hasta lo imposible por encontrar a nuestro padre.

-Así es, pero es porque se trata de su hermano, no porque esté de acuerdo con nuestras políticas. Aunque no se ha pronunciado públicamente, su silencio ha sido suficiente para que la gente insinúe que no aprueba nuestra gestión y tendría bastante sentido. No nos ha enviado ni un solo mensaje o informe a través de sus representantes estas últimas semanas.- Edgar parecía alterarse con cada oración que pronunciaba.- La incertidumbre de esta situación me tiene muy preocupado. Tú eres muy buena organizando y asistiendo, creo que podrías serle de ayuda, de paso controlar a los alborotadores de nuestros primos, no ayudan en esta situación.- Edgar puso su mano en su entrecejo estresado

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