Liam
Nick soltó un suspiro y le hizo una señal a Liam para que no hablara.
-Se lo puedo explicar.-dijo su amigo mirando a los ojos de Ariadne.
-Más te vale.-respondió la princesa entre dientes.
-Sería bueno comenzar por el principio.-La mirada de Nick se dirigió a Liam que entendió a qué se refería.
Tendría que empezar a hablar de Lucille.
Aunque con obvia ambigüedad, su amigo comenzó a hablar de la relación que mantenía con Lucille, brindó un detalle que desconocía y hasta ahora Édgar no le había comentado.
Nick explicó lo mejor que pudo acerca de las piedras del museo y su relación con el antiguo sistema de ondine. Ariadne lo miró incrédula, como si aquella explicación fuera la más obvia que había escuchado y le pareciera estúpido que no se le hubiera ocurrido antes. La mano de la princesa se posó en su mejilla y comenzó a acariciarse, en un gesto para tranquilizarse.
-¿Tú lo sabías?.-le preguntó la princesa.
-Me acabo de enterar.-respondió Liam mirando hacía su amigo que agachó la cabeza.
-Édgar debió enterarse de ello y mandó a una unidad del equipo élite de la guardia real.- agregó Nick.- Los gemelos y Neskin forman parte de ella.
-Y ustedes también.-comprendió Ariadne.
-No nos reunimos hace un tiempo, como comprenderá no estamos al día de nuestros encargos ni llevamos una relación muy cordial.- Liam hizo un ademán intentando restarle menos importancia al asunto, sobre todo cuando escucho el nombre de Neskin.
-¿Y Daphne Andrews? ¿Ella no es parte de aquel grupo?
Nick negó rápidamente.
-Ella está fuera de todo esto.
Ariadne se quedó unos instantes pensativa aun recostada en la columna cuando una pequeña brisa que venía del balcón despeinó un poco su cabello castaño y pareció regresarle un poco la calma.
-Ni el general Elías ni mi hermano me habían hablado de ustedes.- reconoció la princesa.
-No debían hacerlo. El motivo de crear esta unidad era mantener un bajo perfil.- Liam miró con cierta desconfianza alrededor por si algún guardia o personal se encontraba merodeando el lugar.
Ariadne no parecía convencida.
-Hablaré con Jin y Verónica.- dijo Nick con una voz llena de culpabilidad.-Esto ha sido en parte mi responsabilidad. Debí sonar muy alarmista cuando envíe el recado de un híbrido acercándose a Taes. Su majestad respondió enviando más seguridad, solo que, no esperaba este tipo de seguridad.
-Programa una audiencia con mi hermano lo más pronto posible.- murmuró Ariadne mirando hacia el suelo y dirigiéndose a Liam.
-Sí, su alteza.
La princesa pasó sus manos por su rostro en señal de cansancio y pasó su mirada de Nick hacía Liam.
-Mi tío me ha programado una visita supervisada a la reconstrucción del museo que ha empezado el día de hoy. Si su grupo planea investigar algo, sería bueno que empezaran por allí. Pediré un vehículo para ustedes.- Ariadne se detuvo dubitativamente y entrecerró los ojos al ver a Liam.- Pero tú irás conmigo.
Liam incluso se sintió aliviado de no tener que compartir auto con Neskin.
Nick intentó disimular una pequeña risa que no pasó desapercibida para él. Su amigo disfrutaba de aquella situación más de lo debido.
-No tengo nada más que hacer aquí.-dijo la princesa en tono exhausto.- Piero se retirara a su habitación en unos minutos y Jack estará bajo el cuidado de la señorita Serena hasta que me aprueben el permiso de regreso a Taes, Liam.
-De acuerdo.
-La visita está programada a las tres de la tarde, no quiero retrasos.
Tras aquellas palabras Ariadne se hizo paso entre ellos dos y caminó en dirección a las escaleras del palacio. En cuanto vio cómo su figura bajaba cada escalón sosteniéndose de la baranda a paso cansada pudo darse cuenta del estrés al que se le estaba sometiendo. Se aseguró de verla llegar al primer piso para dirigirse a Nick que se encontraba impaciente de poder decir algo.
-¿Desde cuándo lo sabías?.- comenzó a interrogar Liam.
-Más tarde esa misma noche que nos reunimos en tu habitación, Lucille me lo contó. Solo supe de la visita que recibiríamos de Neskin y su hermana, no tenía idea de que estos dos...
-Ya. En cuanto te enteres de cosas tan delicadas como ésta sería bueno que me lo contaras primero.- lo cortó el militar sintiendo como un hincón en su brazo derecho comenzaba a hacerse notorio.
-Esa noche estuve ocupado.
-¿Ocupado? Ah, claro, debajo de sus sábanas.-Liam recordó los motivos y río por lo bajo.- Ariadne está detrás de Lucille como ella lo está detrás de Ariadne. Es como un ouroboros. Si no cuidas lo que haces podrías perjudicar a tu amada.
-¿Otra vez con eso?.- se quejó Nick girando los ojos.- Estimas demasiado a esa princesa.
-Y tú la subestimas demasiado.
-Soy realista.- sentenció Nick con su mirada puesta en las escaleras donde antes se encontraba Ariadne.-No hay mucho que yo pueda hacer respecto a esta situación, pero Ariadne tampoco.
-No estaría tan seguro.-Liam recordó la última conversación que tuvo con la princesa y algo similar a la preocupación se mostró en su rostro.- ¿Conoces el protocolo Real?
-No.
-Esa es la ventaja que tiene Ariadne sobre ustedes. Tiene una vida encerrada en normas y obligaciones, su vida se basa en ello. Tal vez el juego político no se le de muy bien pero en reputación, tiene un historial impecable.
-¿A dónde quieres ir con eso?
Liam pensó por un momento lo que iba a decir y resolvió decirlo sin rodeos.
-El protocolo de la familia real excluye a aquellos que han sido partícipes de actos sexuales antes del matrimonio. Si Ariadne lo revelara podría separar a Lucille de los actos reales.
Nick no se inmuto ni un poco.
-No tiene pruebas.
-No las necesita, la reputación de Lucille habla por sí sola.
Nick no parecía preocupado, es más, incluso algo muy similar a una sonrisa se formó en sus labios.
-¿Conoces alguno de los escándalos de la realeza?
-¿Chismes? No me interesa, no forman parte de mi trabajo.-dijo Liam.
-Tal vez.- empezó murmurando Nick.- Solo tal vez deberías prestar más atención a lo que se dice en el palacio Sagitta la próxima vez que regresemos.
Liam estaba confundido qué tenía que ver aquello con su conversación.
Nick entendió su confusión y lo miró con más seriedad.
-La reputación de Ariadne que tanto alabas es un arma de doble filo, Liam.-advirtió.- Solo sabrás de ella lo que quiere que sepas. Ella y su familia, por supuesto.
-Estás insinuando algo que no estoy captando
-Solo estoy diciendo que nadie tiene una reputación intachable.
Dichas estas palabras la puerta de la habitación de Frank se abrió y un adolescente con aspecto irritable salió de allí tambaleándose.
-Será mejor que me encargue yo mismo.-suspiro Liam dirigiéndose a Piero quien no parecía feliz de verlo.
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Sirey
Science FictionEn las sombras de la misteriosa desaparición del venerado rey de Sirey, el reino se sumerge en una vorágine de incertidumbre. Edgar, el primogénito destinado a heredar el trono, se enfrenta a la desafiante tarea de mantener la cohesión del parlament...