Nick
La habitación de Liam se volvía más oscura conforme los minutos pasaban y al mismo tiempo más fría. El ambiente era desolado y sombrío, un ambiente perfecto para alguien como Liam, sin duda, pero no para él, quien estaba acostumbrado a la libertad y la luz. Cada instante en aquella habitación era someterse a la inundante oleada de pensamientos que su dueño podía recrear en ella.
Era desagradable.
Cuando por fin se abrió la puerta de aquella pequeña prisión y la luz de los corredores iluminó ligeramente la habitación, soltó un leve aliento de tranquilidad.
-¿Cómo te fue?
-Al menos no dijo que no.-murmuró Liam mientras se sacaba el saco de vestir y lo tiraba encima de su cama.
-¿Tiene mejor semblante? La última vez que la vi, creí que nos quedamos sin segunda heredera al trono.
-Ni de broma digas eso.-murmuró Liam entre dientes.- Gracias a ti tengo a la princesa detrás de tus pasos. La única ventaja que teníamos sobre ella, eras tú.
-Pero ya me ha visto antes.- dijo Nick haciendo un gesto de desdén con la mano para quitarle importancia.-Ella sabe que los sigo pero, no dónde estoy.
-Pronto no lo sabrá donde estas, si no lo que sea que tienes con Lucille.
Al oír el nombre de Lucille, Nick hizo un gesto de molestia y adoptó una postura defensiva.
-¿Le dijiste?
-No, pero tendré que hacerlo.-Liam se dió la vuelta y se apoyó en el escritorio con un aspecto severo.- Lucille ya no oculta que está pidiendo la cabeza de Ariadne, ella no necesita más problemas si no, más aliados. Estamos en una situación tensa, no puedes pretender que te cubra la espalda por encima de ella, tu misma la has visto, no se encuentra bien.
-No te pido que me cubras la espalda, solo que no digas nada.
-Diré lo que sé, que es muy similar a no saber nada, solo especulaciones.
Nick pasó su mano por el rostro algo frustrado y se acercó a la ventana de la habitación.
-Hiciste bien al no decirmelo.- continuo Liam.- Pero esa mujer...Esa mujer va a destruir la poca credibilidad que te queda.
Ante la advertencia Nick se dió la vuelta y lo miró con una mezcla de desprecio y burla.
-Si me quedara algo de credibilidad Causey, no estaría trabajando para ti.
Liam se agacho de hombro y dirigió su mirada a su escritorio.
Nick aun con la frustración atascada en su garganta, salió por la ventana de la habitación deslizándose entre el muro del palacio hasta llegar al césped.
Los guardias habían cambiado de turno y aprovechó su corta ausencia para escabullirse a los aposentos de lady Lucille en la otra ala del palacio. El camino era interrumpido por faroles que reflejaban su sombra y pequeños jardines que dificultaron se pudiera mover con agilidad y rapidez. Sin embargo, las paredes le servían para ocultar su cuerpo y escalar cuando fuera necesario.
Una característica del palacio de Lyene era que fue construido para ser dúctil con facilidad para los residentes de la casa Holmes hace siglo atrás, cuando aún los habitantes de Sirey pertenecientes a las constelaciones de agua podían usar su "ondine" que eran corrientes de agua para moldear lo que tuvieran alrededor.
Todas las paredes del palacio estaban conectadas por un sistema muy fino de agua, era en esencia lo que mantenía vivo al castillo. Por ello, saber cómo reconectar aquellas vías de agua con tierra era favorecedor para Nick, quien en sus años de entrenamiento había logrado moldear ligeramente la roca a su conveniencia.
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Sirey
Science FictionEn las sombras de la misteriosa desaparición del venerado rey de Sirey, el reino se sumerge en una vorágine de incertidumbre. Edgar, el primogénito destinado a heredar el trono, se enfrenta a la desafiante tarea de mantener la cohesión del parlament...