Frank le había hecho una revisión minuciosa de pies a cabeza, sus heridas no habían empeorado. Sin embargo, había notado en Ariadne un calor inusual que no se asociaba a la fiebre.
-¿Ha hecho algún sobreesfuerzo físico, princesa?.-preguntó su personal tomándola de las manos.
-Ninguno más que el de correr.
-Esa actividad no debería causarle esta carga excesiva de calor, su alteza. Está a la temperatura de un competidor de los Juegos Solares en pleno combate, no es algo normal.
-Puede ser el estrés.- Ariadne intentó minimizar el asunto.
-Estará en observación hasta que pueda descifrar de qué se trata, su alteza.
Frank concentrado en sus anotaciones se dio la vuelta y se sentó en el pequeño escritorio de su habitación y comenzó a escribir.
-Tengo que retirarme.- anunció Ariadne dirigiéndose a la puerta apresurada.
-Antes de que se vaya ¿Dónde están los demás? ¿No llegaron con usted?
-Tuvimos un percance. Dígale a la señorita Serena que llegarán para la hora de la cena.
Frank sin hacerle más preguntas la dejó retirarse y Ariadne alterada salió corriendo a su habitación a buscar desenfrenadamente sus guantes ¿Los había empacado? Celeste siempre los dejaba a la vista para cualquier emergencia, debía haberlo hecho.
Cuando encontró los guantes blancos, se apresuró en ponerlos y cambiarse de ropa. Estaba dejando un desastre detrás de ella pero, no quería sumar impuntualidad a la lista de quejas que debía de tener Benjamin Holmes.
Se había sentado en la cama y por fin había logrado abotonarse la blusa sin ayuda cuando una voz detrás de la puerta la alteró.
-Ya regrese.
-¿Tendrías la gentileza de tocar antes?
-Dejaste junta la puerta.- señaló Liam aun estando detrás de ella.
-Me estaba terminando de vestir.
-Más razón para cerrarla.
Liam azotó la puerta y se apoyó en ella.
-¿Cómo saliste?
-Me escapé.-dijo Liam como si de una cosa leve se tratase.
-Estás bromeando ¿cierto? Vi la cantidad de seguridad que había.
-Piero y Amber deben estar regresando en un par de horas, princesa. Estaré presente en su audiencia.
Ariadne giró con rapidez y lo miró de pies a cabeza. Sumada a las manchas de lodo que tenía en los zapatos y el pantalón, ahora tenía el polvo que se fue desprendiendo cuando el salón del museo colapsó.
-Tienes cinco minutos para ir a vestirte decentemente Causey. No me interesa si con un traje militar del siglo pasado, pero necesito que estés presentable.
Liam giró los ojos y desinteresado camino hacía el desorden de ropa que Ariadne había dejado.
-Me habías hecho una pregunta antes de que pasara aquello. Quiero responderte.
-Se breve.- Ariadne hubiera disponer de más tiempo para hacer preguntas pero, su prioridad era esclarecer lo sucedido con su tío.
-No lo sé, es una respuesta breve. Con quien me encontré es un informante con quien trabajo hace no mucho. Me gustaría saber cómo te enteraste que se trataba del informante a quien fui a ver.
-Me guardo esa información.- respondió Ariadne mientras cepillaba su cabello con rapidez provocando que las cerdas le lastimaran el cuero cabelludo.
-¿Cree que podremos conversar sobre esto después?
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Sirey
Science FictionEn las sombras de la misteriosa desaparición del venerado rey de Sirey, el reino se sumerge en una vorágine de incertidumbre. Edgar, el primogénito destinado a heredar el trono, se enfrenta a la desafiante tarea de mantener la cohesión del parlament...