𝐇𝐀𝐏𝐏𝐈𝐄𝐑

Capítulo 7

— ¿Ji-eun?— pregunto luego de asimilar su confesión tan directa.— ¿Jeon la rechazó…?

— Es lo que sé, jeon no suele ser muy abierto con su vida, solía traer a tu hermana demasiadas veces — los abucheos interrumpen la charla y es por qué los rivales no están peleando realmente, parecen calentar aún.— ella lo contaba todo, o bueno casi todo. Dejó de venir meses después y ya se sabía la razón.

Admitía que me había causado un poco de desilusión el enterarme de que ya había traído a mi hermana y ahora lo hacía conmigo, pero no podía molestarme por qué él solo lo hacía como amigo.

— Ji-eun jamás me ha comentado sobre su vida amorosa, jamás hubiese llegado a pensar que Jungkook la haya rechazado, siempre que se ven actúan normal.

— Quizás decidieron continuar con la amistad y no dejar que sentimientos diferentes arruinaran tantos años juntos.— lucia mantiene la mirada en la pelea con una seriedad repentina.— Ji-eun confundió las cosas, Jungkook siempre la ha tratado como lo que es su mejor amiga, nunca coqueteó ni hizo algo que fuera mal interpretable.

— ¿Sabes la razón del rechazo…?

— Claro que no, ya lo dije jeon no es muy abierto con su vida y Ji-eun jamás comentó la razón. Aunque supongo que fue porque ella quería estar con él en una relación seria y jeon huye de compromisos.— confiesa y suspiro considerando la idea de terminar la conversación.

No sé qué me afectaba más, las confesiones acerca de él o que mi hermana también estuvo enamorada del mismo chico. Jungkook había rechazado a kang Ji-eun, esa era la señal que necesitaba para tener en claro que yo no tenía chance.

— No pongas esa cara, todos saben que Jeon es un chico que podría romper el corazón de cualquiera, por qué teme a qué rompan el de él… Es un imbécil.

— Un imbécil muy lindo…

— Consejo de chica a chica, posa tus ojos en otro, con Jungkook solo terminarás llorando.— da palmaditas en mi espalda con suavidad como consuelo y no digo más.

— Lo tendré en cuenta.

— ahora comencemos las apuestas, sigue el imbécil bonito.— bromea sacando un fajo pequeño de dinero que me deja impresionada.— ¿Qué?, No es nada las apuestas resultan ser una máquina que genera dinero y mucho más cuando llegan extranjeros.

— Genial.

— Aquí todo es genial.

Me había dado cuenta.

Lucia estaba dando un espectáculo digno de una película para adultos, se besaba con Jenifer en el centro de la pista de baile, sus manos no se quedaban quietas, se manoseaban una a la otra olvidándose del resto.

Las peleas habían terminado hace más de una hora, celebraban las victorias poniendo música latina a todo volumen y consumiendo cualquier tipo de sustancias. Jungkook había ganado la última pelea y aunque había resultado nuevamente herido él estaba más que satisfecho con el dinero que había ganado.

Ahora estaba a mi lado, con el entrecejo fruncido mientras tecleaba en su teléfono con rapidez, dudaba mucho que estuviera consciente de que seguía a su lado bebiendo chupitos de tequila.

— No bebas tanto, mañana tienes instituto.

Okay, si había notado que seguía ahí, pero aun así se mantuvo centrado en el teléfono.

— Sí papá.— ruedo los ojos y puedo ver claramente como ríe divertido.

— Hermosa, Estás bebiendo como si hubieses tenido una decepción amorosa.— despega por fin la mirada del aparato y eleva las cejas cuando bebo otro chupito de un solo trago.— ¿Quién te ha roto el corazón?, yo me encargo.

Tú.

— No digas bobadas, nadie me ha roto el corazón.

— ¿Es el chico con el que has follado?— y nuevamente entra el tema. Estaba muy insistente con ese tema y comenzaba a tener credibilidad eso de que tuviera celos.— No deberías meterte con críos inmaduros, corazón.

— ¿Qué me aconsejas papá?

— No lo sé, te recomiendo que dejes de beber y que te tomes en serio los cursos.— chasqueó la lengua y Jungkook eleva las comisuras mientras hacemos contacto visual. Apaga la pantalla de su teléfono y desvía la mirada hasta la cajetilla de cigarrillos.— En la universidad conocerás más chicos, algunos más idiotas y otros que se merecen tu cariño. Ahora solo te conviene estudiar.

— Suenas como Ji-eun, ¿Acaso está mal follar?— y lo señaló con el dedo índice de forma acusadora cuando abre la boca, listo para hablar.— No me vengas con eso de que estoy muy pequeña, por qué no es verdad.

— Si es verdad.

— Entonces también eres pequeño.

— Tengo veintidós, corazón…

— y yo casi los dieciocho.

Da una calada al cigarrillo y me atrevo a beber otro trago. Sonrió en grande cuando me da una mala mirada, él sabía lo poco resistente que era cuando se trataba de alcohol.

— Tienes casi los dieciocho, debes centrarte en subir las calificaciones, te recuerdo que para ingresar a buenas universidades debes ser la mejor de tu clase y no es que te tenga mala fe, pero dudo que pases del doceavo puesto.— hago lo posible por no verme molesta, pero se ha dado cuenta al borrar mi sonrisa.— yo tengo los veintidós, estoy a pocos meses de terminar la carrera, soy un adulto.

Un adulto…

Ja.

— Claro, un adulto.— asiento con humor.— uno muy responsable, no anda en peleas ilegales ni nada que tenga pinta criminal.

— Mientras no intervenga en los estudios, no veo lo malo, es la forma de ganar dinero para pagarme la carrera y otras cosas.— aclara despreocupado.— No bebas.— me quita con suavidad el pequeño vasito y bota el humo del cigarrillo.

¿Por qué se veía tan sexi hasta matando sus pulmones?

— ¿Por qué estamos hablando de esto ahora?, se supone que veníamos a disfrutar no a recordarme lo pésima que estoy en los estudios.

— Es importante recordártelo, así no pensarás en follar solo en estudiar. Tu hermana está haciendo mucho sacrificio, cariño.— no entendía la necesidad que tenía por cambiarme un apodo cada cinco minutos.

Ji-eun vuelve a la mente y clavó mis ojos en Jungkook con seriedad, relame sus labios rosáceos mientras observa el cigarrillo consumirse poco a poco esquivando mi mirada.

— Lo sé, mi perfecta hermana se está esforzando por este jodido desastre.— no puedo evitar dar a conocer mi molestia, y era por qué Ji-eun siempre estaba puesta en un pedestal mientras yo quedaba en el olvido.— lo recuerdo a diario.

— Ji-eun no es perfecta, nadie lo es y no eres un jodido desastre ji-yoon, eres una chica encantadora con su propio brillo, solo que aún no lo notas.

— Y jamás lo notaré.

— Eso dices…