Capítulo 20

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Amanezco de lo más acompañada, unos fuertes brazos rodean mi cintura y su respiración roza mi nuca, no sabía en qué momento se había metido a mi habitación, pero estaba aquí.

Jungkook al llegar a casa después de la incómoda cena, se encerró en su habitación sin darme tiempo de por lo menos hacerle saber que estaba para la que necesitara. Jungkook odiaba verse “débil”, pero era algo de lo más normal.

Me remuevo y es como si de forma inconsciente reaccionara, apretaba mucho más sus brazos y me apegaba más a él. De milagro logré por lo menos darme la vuelta y cuando quedé cara a cara con él, el corazón se me acelera impresionantemente.

Cabello desordenado, ojos hinchados a causa de haber llorado quizás por un largo tiempo, los labios entreabiertos soltando bajos ronquidos y sin camiseta. No resisto y llevo mi mano derecha a su mejilla brindándole caricias.

Jungkook se mostraba feliz la mayoría de veces, pero sabía que tenía temores y debilidades como cualquier otra persona.

— ¿Despierta tan temprano?— murmura luego de un rato, y no me queda mucho tiempo para apreciar este momento. Entreabre un ojo y sus comisuras se elevan al verme.— ¿Ya te he dicho lo bella que te ves así?, con el cabello enmarañado, labios resecos y unas ojeras horribles.

— Creo que me veo de todo menos bella — contesto avergonzada y abre sus ojos por completo.

— No lo creo, yo te veo muy linda.

— Tú te ves fatal — miento retirando mi mano de su mejilla y lame sus labios resecos, no puedo evitar dirigir la mirada a ese punto y me grito internamente que deje de mirarlo como si quisiera comérmelo.— ¿Cómo has llegado aquí?

— Volando he llegado, Honey.— ignoro su sarcasmo para centrarme en el nuevo apodo, supongo que escuchar a namjoon llamarme “corazón” le había afectado más de lo que le gustaría.— Es tan evidente que quería dormir contigo, eres muy friolera y el invierno está llegando.

— Estamos agosto, Jungkook.— digo ante su gran mentira, no entendía por qué le costaba tanto admitir lo que sentía sin poner algunas mentiras de por medio.— créeme que estamos muy lejos del invierno.

— Yo sentí frío — me dice como defensa y sonrío por sus tontos intentos de no quedar al descubierto.—, hablo en serio, Honey… Sentí frío y pensé en que podría también sentirlo… Y… Sabes que no lo entenderías.

— Bueno, ahora no siento frío, así que puedes dejar de darme calor corporal — hago referencia a qué me tenía pegada a él.—, debo ir al instituto.

— ¿Quieres que pase por ti, hoy?— pregunta mientras me libera de sus brazos, me levanto por fin y asiento.— Podemos comer fuera, ya sabes… Luego comer un helado.

— Claro Jk, me parece buena idea, aunque extraña si proviene de tu parte…— camino por la habitación hasta mi armario, saco el uniforme y volteé a verlo al no escucharlo.— ¿Quieres un vídeo?, te dura más.

Lo pillo mirándome y sonríe de lado con lo último, recarga su cabeza en un brazo y las sábanas cubren lo necesario para no tener pensamientos pornográficos.

— Creo que lo voy a querer.

Niego con la cabeza e ingreso al baño cerrando la puerta a mis espaldas. Escucho como un celular suena y no es el mío.

— Apresúrate o entraré a sacarte.— dice para finalizar y se escucha la puerta de mi habitación ser cerrada.

La jodida amistad había vuelto, la confianza se mantenía, pero no me conformaba con eso y traería grandes consecuencias.

𝐇𝐀𝐏𝐏𝐈𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora