Kang ji-yoon comienza a descubrir que no veía como un hermano mayor, al mejor amigo de su hermana, todo era muy diferente. Ella lo veía como un hombre, uno muy caliente y aunque le costara admitirlo...
Estaba completamente enamorada de Jeon Jungkook...
Es sábado y no me animó a hacer algún plan, no me apetece salir de mi habitación. La casa permanecía en un silencio que volvía a ser común, Jungkook evitaba a toda costa estar tan cerca a mí y no pasaba las noches aquí.
Me confundía tanto.
La tensión estaba en nosotros, durante estos tres días no podíamos entablar una sola conversación sin terminar discutiendo o dejándola a medias por algún tipo de interrupción.
Él cambiaba de comportamiento drásticamente.
Mi puerta es tocada con insistencia y sé que no se irá, quitó el edredón que me cubre de pies a cabeza y los rayos de sol chocan con mi rostro de lleno. Últimamente, estos días mi suerte no era para nada buena.
— Ji-yoon, despierta ya… Te buscan.— la voz mañanera y malhumorada de Jungkook se escucha claramente y retengo un suspiro. Ya no estaba tan cabreada con lo del beso, después de todo ese roce no tuvo significado especial.— Ji-yoon — vuelve a tocar con mayor fuerza y ruedo los ojos.
— Ya voy, estoy despierta.— gruño levantándome de la cama caminando hasta mi baño.
— De acuerdo, saldré, quizás no vuelva hasta mañana…— ahí estaba nuevamente huyendo de mí como si tuviera temor a enfrentarme.— cuídate y no duermas tan tarde.
Seguía tratándome como una niña pequeña.
— Vale.
— Vale…
El lugar se queda en silencio, pero no lo escucho alejarse, a pesar de estar dentro del baño puedo jurar que sigue parado fuera de la puerta.
Son cortos minutos los que tarda en decidirse y se marcha sin agregar nada más. A veces deseaba saber qué pensaba, pero solo me quedaba tratar de descifrar esas miradas que me daba.
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Nari se había tomado la molestia de venir a las siete de la mañana, solo para tomar el desayuno juntas y tratar de animarme.
— ¿Cómo es que pasan de ser tan cariñosos a casi ni hablarse?— olviden la parte de que viene animarme, por qué solo me recuerda como se estaba jodiendo la “amistad” que tenía con jeon.— Es deprimente, tan deprimente como los exámenes sorpresas que ha estado tomando el profesor Kim.
— No me recuerdes nada que tenga que ver con esos dos, estoy tan cansada… Uno quiere algo más que sexo y el otro ni siquiera sabe que es lo que quiere conmigo…— muerdo mi tostada y Nari ríe.— Estoy tan jodida.
— Es que tú no ayudas, te vas con quién más tiene señales de dejarte en terapia, El profesor Kim puede tratarte demasiado bien, pero prefieres estar tras jeon.— se encoge de hombros bajo mi mala mirada y se dedica a comer en silencio.— dejas a alguien bueno, por un chico que tiene más red flag que ropa interior.
Tiene toda la razón, pero la verdad siempre duele.
— Me gusta Jungkook, no puedo hacer más nada.— bebo el café amargo que solía odiar Jungkook y ella solo se limita a probar el jugo de naranja.— Es como si cediera de forma involuntaria ante su cercanía… Primero me hace sentir tan mal, luego juega conmigo y finalmente termina ignorándome.