Capítulo 24

1.6K 171 22
                                    

Es viernes.

Lamentablemente, es viernes y puedo escuchar como Jeon por sí solo saca su pocas cosas, no he salido de la habitación luego de llegar al instituto y Jungkook ha intentado por lo menos despedirse, pero lo he ignorado por completo.

No quería despedirme de él, por qué no quería que se fuera. Nuevamente, estaría sola en esta casa que no era tan grande, pero cuando era la única en habitarla se sentía gigantesca.

Dejo de escuchar ruido y me levanto de la cama asustada de que se marchara ya. No entendía como podía ser tan cruel con cualquier chico, pero Jungkook era casi todo lo contrario. No quería más sentimientos hacia él, pero mientras más intentaba más aumentaban.

La puerta suena y muerdo mi labio inferior observando la misma dudando de si hablar con él. No quería que estar así con él, pero tampoco veía una buena solución donde ambos terminaríamos satisfechos.

— Ji-yoon, no me quiero despedir así.— lo dice tan desanimado que me está afectando, pero no creeré. Si quería marcharse está bien, no lo detendría.— Ji-yoon, que me mude no significa que me olvidaré de ti, es como si volviera con mis padres.

La cagaba más.

En casa de sus padres hacía lo que se complacía, aquí conmigo se portaba mucho mejor, se alimentaba bien y no se metía en tantos problemas. ¿Cómo sobreviviría viviendo solo?

A penas había aprendido a hacer pasta ayer.

— Vendré a visitarte, te recogeré del instituto si así lo quieres y te llamaré.— trata de convencerme y estoy por caer.— Ji-yoon, odio irme a cualquier lado cuando estamos así. No podré irme tranquilo.

Insiste.

Cedo.

Tonta ji-yoon.

Mi conciencia quiere golpearme la frente por lo débil que soy cuando se trata de él, Pero ese era mi defecto. Siempre cuidaría y estaría para Jeon Jungkook.

En menos de un pestañeo ya he abierto la puerta, observándolo con seriedad. No me dice más nada, lo expresa abrazándome al abrir la puerta por completo.

Me carga en brazos con facilidad y me falta el aire por como se aferra a mi cuerpo. Besa mi frente y me siento bien.

— No estemos así, por favor.— pide en súplica y correspondo por fin el abrazo. Aún tengo el amargo sabor de su decisión, pero él es muy cabezota como para hacerlo cambiar de opinión.— No te dejaré sola ji-yoon, no es como lo imaginas. No me iré y te dejaré en el olvido, solo necesito tiempo para mí.

— ¿Vendrás a visitarme en serio?

— Lo prometo, vendré a verte tantas veces que te cansaras de mí. Te llamaré hasta que decidas apagar el móvil por estar cansada de escuchar mi voz.— responde en broma y niego hundiendo el rostro en su pecho.

¿Llorar?

Era muy sensible, pero el llorar en frente de personas lo odiaba, me sentía patética.

Doy palmadas en su espalda y me suelta luego de minutos, finaliza el encuentro revolviendo mi cabello y yo quería chillar.

A veces llegaba a pensar que dependía mucho de Jungkook, pero es porque siempre ha estado conmigo, lo conozco desde pequeña y ha formado parte de todo mi crecimiento. Mi hermana y él estaban mucho más presentes que mis padres, ambos me conocían bien y odiaba tener que despegarme de Jungkook… Otra vez.

— Se hace tarde y aún debo ordenar las cosas, hacer algunos cambios. Cuando el departamento esté listo te llevaré a conocerlo, ¿Vale?— su tono dulce me tienta y el contacto visual me pone nerviosa.— No pongas esos ojos, que no puedo ji-yoon…

𝐇𝐀𝐏𝐏𝐈𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora