Capítulo 29

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La guerra de miradas suma la tensión en su habitación, sus pupilas dilatadas me cautivan y la sonrisa brillante logra que mi corazón se acelere como la mayoría de veces al verlo hacer la mínima cosa.

¿Qué estamos haciendo?

La amistad es una mierda en estos momentos, pero vale la pena y admito que soy conformista por sentirme satisfecha con tan poco. Es tan sorprendente la manera en la cual puedo caer a sus pies y es tan humillante aceptar que estoy enamorada de Jeon Jungkook, necesitaba terapia, era evidente.

— Estoy arruinando todo, ¿no es así?— su tono calmado es acompañado con una acción delicada. Su brazo izquierdo se extiende y sus dedos tatuados acomodan mechones de mi cabello tras mi oreja.  Retengo un suspiro y mantengo el contacto visual con sus esferas chocolates tratando de decirle de forma silenciosa que todo estaba arruinado desde un principio, no era cosa de ayer ni de hoy.— Estoy haciendo todo mal, ji-yoon. Ambos terminaremos muy jodidos si esto pasa a mayores…

Desvío la mirada al portátil acomodado sobre la mesa de su escritorio, transmite una serie “terrorífica” que desde hace largos minutos dejo de interesarnos a ambos. Medito sus palabras sabiendo que en parte tiene razón, por más ciega que quiera estar, tarde o temprano algo jodería lo que sea que decidamos tener, pero sigo aferrándome a él, con mi complejo de salvadora queriendo sanar cada herida, queriendo arreglar cada problema, pero ¿quién me salvara a mí?

— Ya estamos jodidos, desde antes… esto solo es una raya más al tigre, kook. No sé qué más hacer. Realmente no sé como sacarte de esos pensamientos, que solo te limitan a castigarte, ¿a qué temes?, ¿romperme el corazón?, sabes que es algo que sucederá y si no es contigo será con alguien más.— sus dígitos se deslizan por la piel de mi mejilla derecha acariciando lentamente y me obligo a mirarlo. La necesidad de repetir lo del auto incrementa y necesito solucionar la tensión cuanto antes.— deja de torturarnos.

Aquella petición casi suplicante es todo lo que necesita para ceder a la misma necesidad, sus labios se pegan a los míos y retengo un suspiro de alivio por haber conseguido eliminar las barreras. Ambas manos toman mis mejillas y es como si temiera a que esto sea solo un mal juego de su imaginación, pero estoy aquí y se lo hago saber al corresponder con la misma intensidad.

Es fantástico como un simple beso puede lograr que olvide cada problema y cada tormento, y aunque mi hermana posiblemente me odie, no podía hacer más nada. Soy egoísta por querer mi felicidad antes de las otras, pero realmente lo quiero. Quiero esto, aunque sea la sentencia a un nuevo trauma.

— Ji-yoon, quédate conmigo siempre.— su petición es un susurro bajo sobre mis labios, y no puedo evitar sonreír encantada de escucharlo.

Sostengo su rostro con ambas manos y manteniendo mis ojos clavados en los suyos, no reprimo la promesa que quizás algún día se convertirá en simples palabras sin sentido.

— Seguiré siendo tu tortura, lo prometo.

Suelta mis mejillas y yo aún acaricio las suyas. Esto parece irreal, como si no estuviese sucediendo, pero los latidos acelerados de mi corazón martillando contra mi pecho y la sensación que han dejado sus labios sobre los míos confirman que es real al cien porciento.

— Gracias.

Nari a través de la videollamada parece querer traspasar la pantalla solo para darme una bofetada

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Nari a través de la videollamada parece querer traspasar la pantalla solo para darme una bofetada.

— Ji-yoon no sé si realmente te falta un tornillo o tienes ceguera conveniente.

— Gracias por los halagos, querida… ¿Amiga?— evito rodar los ojos y mantengo la sonrisa de estúpida que he tenido desde que kook me ha dejado en casa. Estoy enamorada, de eso no hay duda.— Follar no es conveniente por el momento, sabes cómo va esto… Un día bien, al otro una mierda. No quiero desarrollar o intensificar más los sentimientos y sabes qué sucederá si follamos.

— Joder, mujer… Es que a ti te va el masoquismo en máximo esplendor — su mirada desaprobatoria muestra que no está contenta con mis palabras. Se cruza de brazos y planifica unos segundos, de qué manera más prudente me mandará a la mierda.— Pensaba que Jungkook sería un buen chico para ti, pero tiene más las de perder que las de ganar… Es un capullo por no decir algo aún más grosero.

— Lo puedo…

— ¿Cambiar?— me interrumpe y una risa nasal le sigue.— Él es ese tipo de chico que solo va para un buen polvo, no para entregar el corazón.

— Nari…

— Solo digo la verdad, pero es tu decisión y te voy a apoyar, aunque mis consejos te valgan mierda.— hace una mueca y suspiró sin saber que más decir.— Es parte de la vida cometer errores.

— Jungkook no es tan malo como parece… Solo tienes que conocerlo más profundo.

— Si tú lo dices…— su tono burlón me hace sonreír y logra apaciguar la conversación, y aunque odiaba que me diera terapias, agradecía su preocupación.— Solo quiero lo mejor para ti.

— Lo sé, y realmente lo agradezco, pero sé que puedo con esto.

— No diré más nada…

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2024 ⏰

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