El olor a comida llega a mis fosas nasales y a pesar de que estoy dormida puedo descifrar el aroma. Olfateo como si fuera un canino y sonrió con satisfacción.
Brochetas de cerdo marinado en salsa de soja.
Quizás el dormir sin cenar lograba que el aroma de las deliciosas brochetas de cerdo fueran parte de algún tipo de equivocación de mi subconsciente. Aspiro una vez más y me remuevo tratando de ignorar el aroma. Puedo escuchar mis tripas rugir y pronto termino de despertar al sentir mis labios mancharse de algo desconocido.
Parpadeo un par de veces acostumbrándome a la luz de mi habitación que por cierto las había apagado antes de acostarme, peros eso es lo de menos. Veo a Jeon con una gran sonrisa, su cabello ligeramente despeinado y sus mejillas nuevamente destruidas, al igual que su ojo derecho, el cual está rodeado por una mancha morada. Sostiene un plato con brochas de cerdo en la mano izquierda y con la derecha coge una de las brochetas, la cual ha usado para despertarme.
Siempre con su manía de despertarme colocando comida cerca para que el aroma se colara en mis fosas nasales.
— ¿Ya estás despierta, corazón?— pregunta que si no hubiera visto mis ojazos clavados en su rostro observando cada una de sus facciones.— ¿Estás en tu trance?— nuevamente pregunta y puedo detectar el sutil perfume varonil mezclado con un perfume frutal femenino.
Hacemos contacto visual, sus esferas chocolates me observan con diversión y sé que mis esferas negras muestran una combinación de sentimientos.
Decepción, frustración y ligera atracción.
Me mentalizo que no debo sentirme así, jungkook no era más que el mejor amigo de mi hermana mayor y casi como un hermano. Él era libre de hacer lo que quisiera, podría hacer un trío, una orgía si le apetecía y yo no tenía nada que reclamar.
— Sí, ya sabes que cuando me despierto tardo en reconectar mis neuronas.— me reincorporo en la cama, sentándome recta mientras hago esfuerzo en camuflar mis celos inesperados.— ¿Por qué llegas tan tarde?
«Me follé a una chica, ji-yoon»
Era evidente el porqué de su tardanza, pero era bien estúpida cuando trataba de entablar una conversación cómoda con Jeon.
— lo sé, ten.— me entrega una brocheta y la recibo despegando la mirada de su persona por un instante para observar la hora en el pequeño reloj de mesa. ¡Cuatro de la mañana! — Estuve trabajando, ya sabes que las peleas nocturnas generan más dinero y luego…— follé.— estuve en un club disfrutando mi victoria, luego dije; es tarde, mi corazón debe estar dormida, le llevaré comida en recompensa por abandonarla tan temprano.
Sus palabras generaban la misma sensación, mi corazón se aceleraba de alegría y mis falsas ilusiones eran alimentadas un poco más.
Cuatro de la mañana, jeon había ingresado a mi habitación, colocando como de costumbre la comida cerca a mis fosas nasales, para detectar el aroma y despertar sin estar de mal humor. Ahora estaba sentada dando la primera probada tomando un trozo de lomo de cerdo, mientras jeon imitaba mi acción.
¿Por qué esto se veía tan…? ¿Increíble?
¿Podría presumir que era la primera que disfrutaba momentos así con Jungkook?
— Eres tan considerado.— expreso recordando como se había marchado luego del baño que había tomado. Me había dejado sola en casa, bueno, no tan sola. Nari estuvo conmigo y a las siete su novio se apareció llevándosela.— ¿Por qué apareciste en mi instituto?, dijiste que no ibas a recogerme por unos asuntos pendientes.
— Visité a mi madre, tenía planeado llevar a Jang-mi de paseo por ahí…— deja de comer por un instante y por como tensa su mandíbula puedo deducir que no ha salido para nada bien.— me echó de casa, dijo que mi padre no tardaba en llegar, que debía disculparme con él para poder ver a Jang-mi. La odio tanto.
— No puedes odiar a tu madre, Jungkook.
— Quizás no, pero le guardo rencor. Mantiene a Jang-mi bajo esa vida llena de violencia, jamás debieron darle la custodia, ¿qué clase de tía hace que su sobrina tenga que pasar por esos traumas?— tenía razón, Jang-mi estaba viviendo en un ambiente inadecuado, pero la madre de Jungkook jamás se separaría de su esposo, por más que la tratara como basura. Ella seguiría con él y estaba equivocada.— solo espero que mi madre tenga algo de compasión y recapacite.
— Está bien, tranquilo… Todo mejorará.
Era una mierda dando palabras de motivación o de consuelo, no me iba, pero lo intenté por él.
— Vas mejorando.— él sabe muy bien lo que me cuesta, por lo que agradece con una sonrisa que deja a la vista sus dientes de conejo.
— Gracias.
Silencio.
Nuevamente, entramos en un ambiente silencioso dónde ambos nos dedicamos a comer y a hacer contacto visual cada que se podía. Jeon se ríe en ocasiones al verme con las mejillas llenas mientras luchaba por no atragantarme.
Se acerca de forma inesperada, aun sujetando el plato casi vacío de brochetas, pasa su pulgar por mis comisuras y lo siguiente me deja sin aliento. Chupa su dedo mientras sus ojos se conectan con los míos.
¿Estaba mal verlo como una escena ligeramente erótica?
Estaba jodida de la cabeza, lo admitía.
— comes como un cerdo — y ahí se revienta la burbuja erótica en la que solita me he metido. Se aleja de mí mientras relamía sus labios.— pero aun así sigues siendo la chica más hermosa que he visto en mi vida.
— No digas estupideces por quedar bien, ¿estás borracho?— no me creo el halago que ha soltado de forma inesperada. No era hermosa, no cumplía los estándares de belleza, mi cuerpo a pesar de ser delgado, no estaba bien trabajado a diferencia de mi hermana.
Ji-eun era una diosa.
— Si te vieras desde mis ojos…
— todas me parecerían hermosas.— completo haciendo referencia a su famita de mujeriego.
— Me parecen guapas…— se encoge de hombros y sonrió.— hay gran diferencia, ellas me ponen duro, tú eres un deleite.
— ya cállate, ¿estás practicando para seducir otra víctima?
— Agh, eres tan tonta ji-yoon.
— no me llames por mi nombre, suena como si estuvieras enojado.— odiaba como sonaba mi nombre en sus labios, prefería sus apodos.
— Lo estoy, termina de comer. Cepilla tus dientes y descansa.— se levanta de la cama y muerdo mi labio inferior con nerviosismo.
¿Por qué debía irse?
¿Qué pregunta era esa?, bueno, quizás esperaba que propusiera dormir conmigo, pero al verlo resentido con mis últimas palabras esa posibilidad se ha esfumado por completo.
— Descansa Jungkook.— me despido débilmente.
Y desaparece de mi habitación, dejándome con una culpabilidad y arrepentimiento. Pero… ¿Cómo creer si hablaba en serio?, su fama no ayudaba.
Aunque ahora estaba mucho más alegre, no se me olvidaba el perfume frutal que desprendía de él.
Agh, él es tan complicado.
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𝐇𝐀𝐏𝐏𝐈𝐄𝐑
RomantizmKang ji-yoon comienza a descubrir que no veía como un hermano mayor, al mejor amigo de su hermana, todo era muy diferente. Ella lo veía como un hombre, uno muy caliente y aunque le costara admitirlo... Estaba completamente enamorada de Jeon Jungkook...