Capítulo 22

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Jungkook.

— Jungkook, vamos a las cabinas fotográficas— propone Ji-eun mientras disfruta del algodón de azúcar, pero no es ella quien tiene toda mi atención.

— ¿Quieres ir, cariño?— le pregunto a Minha quién teclea enviando quizás algún mensaje, sin prestarme atención. Ji-eun la mira con seriedad y sé que Minha no había sido tan amable como para ganarse su amistad.— Minha, te estoy hablando.— sigo sonando dulce, pero he subido un poco la voz para que vuelva a tierra y deje el puto móvil de lado.

— Te estoy escuchando Jungkook, da igual donde vayamos, hagámoslo rápido que quiero irme a casa.— su malhumor me contagia al instante y solo aprieto la mandíbula, ni siquiera me ha dado una sola mirada.

— Unas fotos como recuerdo, vamos andando Jungkook.— Ji-eun insiste y acepto ir, Minha nos sigue un poco lenta, pero por lo menos no nos ha dejado tirados como solía hacerlo casi siempre.— Oye kook, ¿Has recibido respuesta de la audición?

Ahí venía el tema que más detestaba Minha.

— me aceptaron, pero lo rechacé… Creo que he cambiado de opinión con respecto a volverme un simple Idol, creo que será una perdida de tiempo.— miento de maravilla, pero Ji-eun me conocía muy bien.

— ¿Eso piensas o lo ha dicho tu querida novia?

— lo he dicho yo, y es verdad.— Minha camina más rápido al ver que hemos avanzado más que ella, toma mi mano y le da una sonrisa fingida a Ji-eun.— kook merece más que ser un Idol, debe culminar sus estudios.

— ¡Es el sueño de toda su puta vida!, lo ha logrado y…  Eres una egoísta.— Ji-eun se altera, su rostro está rojo y revuelvo mi cabello frustrado.

— ¿Qué sabes tú, eh?, los sueños son solo eso... Sueños.

Llegamos a la cabina y no detenemos en la entrada, ambas están matándose con la mirada y no sé a qué bando ir, por qué el bando contrario me mandará a la mierda luego de esta salida.

Ellas, dos juntas, son una catástrofe asegurada.

— Calma Ji-eun, no es la gran cosa, ha sido decisión mía lo de rechazar a la agencia y Minha, cariño, te agradecería que le bajarás a tu malhumor.

— pero Jungkook…— está enojada, lo noto en sus ojos miel.

— entremos, debemos ir a casa… En especial, tú— beso la frente de Minha y Ji-eun finge tener arcadas.—, le he prometido a tu padre dejarte antes de las ocho.

Ninguna se opone y entramos al dichoso lugar, Minha finge su mejor sonrisa, abrazada a mí y la rodeo por los hombros con un brazo y Ji-eun se limita a hacer un puchero de lo más desanimada.

Al salir de la cabina, pagamos y recogemos las fotos, cada uno tiene una foto, y Ji-eun solo niega con la cabeza.

— Esto es una mierda.

— ¡Jungkook!— Jang-mi grita y me percató que me he quedado fuera de la cabina, mirándola fijamente y con nerviosismo.— Vamos ya, muévete.— tira de mi mano, pero no reacciono, ji-yoon parece percatarse de lo que me sucede y sonríe de lo más dulce.

— Jang-mi, vayamos las dos a la cabina, se hace tarde y creo que Jungkook no está en condiciones.— la toma de la mano y le habla con tanto cariño que me hago una idea de lo buena madre que sería en un futuro.

— Está bien, vamos las dos.— no está del todo convencida y se desanima al instante, miro la cabina y trato de ignorar los recuerdos desagradables.

— hemos venido los tres y creo que merecemos salir los tres en las fotografías como recuerdo.— las hago detener cuando comienzan andar, y me acerco a ellas tomando a Jang-mi de la otra mano.

Ji-yoon no dice nada, comparte una gran sonrisa con Jang-mi y caminan contentas. Entramos a la cabina y Jang-mi emocionada pide que la cargue en brazos, lo hago. Jang-mi me abraza por el cuello sonriendo y ji-yoon se limita a sonreír.

— Ven aquí, honey…— la atraigo a mí, con el brazo desocupado, la abrazo por la cintura.

La primera fotografía se toma, y nos preparamos para la segunda, Jang-mi se remueve en mis brazos, la coloco con delicadeza en el suelo de la cabina y me hace un movimiento con la cabeza hacia dirección de ji-yoon quien no entiende en lo absoluto.

Soy el primero en voltear y ella copia mi acción nerviosa, sus ojos se conectan con los míos. Sonríe de forma tímida formando dos hoyuelos en sus sonrojadas mejillas y de forma involuntaria esbozo una sonrisa.

Jang-mi se hace a un lado y la foto se toma, nos quedamos estáticos y los latidos desesperados de mi corazón zumban en mis oídos. Lamo mis labios y para quitar la tensión aprieto sus mejillas logrando qué riera.

— Tonto…— se queja y Jang-mi nos mira con tanta emoción, que comienzo a entender que ji-yoon le agrada un poco más.

— Estás tan roja, ¿Te he puesto nerviosa?, ¿Eh?— la molesto y me quita las manos de sus mejillas regordetas.

— ¡Ya!, que hace calor por eso mi sonrojo.

— Mientes tan mal, unnie.— el honorífico no pasa desapercibido por ji-yoon y la mira con ternura, olvidándose de mí por un momento.

— Soy pésima mentirosa

Lo admite y Jang-mi se acerca a nosotros, colocándose en medio. Hace una cara graciosa y le seguimos la corriente, luego de segundos la última foto se toma, y salimos de la cabina.

Recibimos las fotos y las observo con cautela, las tres fotos son maravillosas, pero la segunda se roba mi atención.

¿Por qué mierda tenía que sentirse tan bien tener una fotografía con ella?

— Quiero subirme al carrusel — Jang-mi chilla y elevo la mirada notando que me han dejado atrás, me apresuro en guardar las fotografías en el bolsillo del pantalón y caminar hasta ellas.

— Es lo último, pasamos a comprar las hamburguesas y te dejo en casa.— le aviso y asiente conforme.

Joder ji-yoon, por favor deja de hacer que mi corazón vuelva a latir de esta forma, por favor quita esta necesidad de protegerte y amarte.

Joder ji-yoon, por favor deja de hacer que mi corazón vuelva a latir de esta forma, por favor quita esta necesidad de protegerte y amarte

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» ¿Teorías?
» Joder, Jungkook... Decídete.
» Jang-mi preciosa✨

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