Capítulo 35

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Jisoo siempre odió los funerales.

Desde la muerte de su padre, jamás había regresado a un cementerio, pero en aquella ocasión, era más bien una cuestión de formalidad.

Se encontraba rodeaba de hombres con trajes perfectamente ordenados, que seguían su paso lentamente. Con algo de distancia, pero siempre protegiendo que ningún desconocido se acercara.

Nunca creyó que la muerte de personas relacionadas a la mafia reuniera a rostros tan importantes. El presidente estaba allí, senadores, personas de altos rangos del ejército. Incluso el presidente de Japón estaba allí.

Decir que disfrutó de aquel acto masivo, sería una mentira. No lo hizo para nada, pero debía estar.

—Señorita.

Uno de los hombres de confianza puesto por Jong-in y Jihyo, se acercó con algo de cuidado a la omega, que se encontraba absorta en sus pensamientos. Le mostró una sonrisa suave, y con un pequeño gesto, le pidió que continuase.

—El señor Lee desea hablar con usted.

Jisoo observó al hombre junto a su esposa. El hombre que debía ser su jefe en algún punto. El mismo hombre que había encubierto los abusos de su padre hacía su madre.

Tenía cuentas pendientes con él.

Aún estaba abrumada con todas las cosas que habían pasado en aquellas dos semanas. Las semanas más largas de su vida. Las más felices también.

—No tengo cabeza para él. ¿P-podría... Podría decirle que lo dejemos para otro día?

Pidió amablemente al hombre que era el encargado de atender todo lo que le pedía. No entendía porque tenía aquellos beneficios, ni tampoco sabía cómo manejarlos.

Tiempo al tiempo, Jisoo.

Sintió la presencia de una pareja a su lado, y automáticamente sonrió al ver a Seulgi e Irene. La mayor, tenía unos lentes cubriendo sus ojos. Parecía de todo, menos interesada en aquella ceremonia.

—Qué lástima. Ojalá todos los hijos de puta murieran.

—Siempre puedes matarlos —comentó con una sonrisa en su rostro, acomodándose en su lugar, mientras observaba a la fila de personas que el matrimonio Kim saludaba— ¿Todos los funerales son así?

—No. Es por cortesía. Tienes que poner buena cara, Jisoo. Es parte del protocolo.

Recordó la omega a su lado, robándole un beso a Seulgi, que se quedaría dormida en cualquier momento. Estaba siendo un día demasiado largo, y aún faltaba mucho para que acabase.

Todo comenzó en la casa de la familia Kim, que estaba repleta de sus miembros más importantes. Debían tener una charla con respecto al lugar de Kim Jong-in.

Todos acabaron celebrando con sus copas, mientras se aceptaba a Jennie, oficialmente como la nueva jefa de la familia.

Después de eso, tuvieron que separarse debido al funeral de las personas que cayeron en Japón, incluido, el tío de la alfa. Llevaba algunas horas sin la presencia de Jennie, y ya la extrañaba. Extrañaba sus sonrisas, sus manos suaves y firmes.

Su futuro heredero también la extrañaba.

El día que Jennie regresó de Japón, se encontró con la imagen más hermosa de toda su vida. Jisoo tenía un test de embarazo entre sus manos. Lloraron juntas, mientras la emoción crecía entre ellas. Aún era una célula en reproducción, pero ambas no podían más de la felicidad.

El traspaso de poderes jurídicos, económicos y de negocios se llevaría a cabo esa noche. Después de esa noche, las cosas serían oficiales, y desde ese momento, ya estaba abrumada.

INFILTRADA - JENSOO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora