Capítulo 15

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Vlair

Mientras vamos en el auto de él y estamos callados me pongo a pensar en todo lo que ocurrió alrededor nuestro. ¿Cuándo nos enamoramos así? Todo pasó muy rápido... él se olvidó muy rápido de su anterior novia. Notaba que me amaba profundamente.

Nunca lograría entender cómo ocurrió esto. Un error que salió bien, como la penicilina.

El aire que se respiraba en estas zonas era muy diferente al de Woodvale. Aquí las personas apenas se conocían y en mi pueblo todos éramos felices juntos.

En el viaje paramos en Windermere para descansar.

Habíamos viajado toda la noche con la intención de llegar al aclamado Lago del Holandés Errante al amanecer, donde lucía mucho más atractivo y el momento que el pintor más grande de November había recreado para lograr llenar galerías en todo el mundo.

Cuando llegamos le di un beso y nos bajamos. Miré el lugar y era lo más impresionante que había visto. Un lago increíblemente azul, con picos nevados en el fondo y árboles moviéndose por el viento. Por fin lograba entender cómo un cuadro había emocionado a tantos.

Estaba emocionada. Sólo por verlo, era fantástico.

En ese momento Giuliano me agarró de la mano y me susurró algo al oído.

—Te he traído al lago donde miles de poetas han escrito los mejores versos que puedes leer en tu vida.

—Ningún verso sería más hermoso que vos.

Nos volvimos a besar y luego decidimos que una buena idea para comenzar era sacar todo lo que habíamos traído, aunque no era mucho. Un poco de comida, protector solar, repelente de insectos y algunas cosas más que podríamos necesitar para pasar el día aquí. Alejados de todo.

Pasamos el día riéndonos, besándonos y jugando entre nosotros. Cuando el calor lograba notarse un poco más, nos metimos en el agua con nuestras mallas puestas y aunque estaba helada, pronto nos acostumbramos a no morirnos de hipotermia.

Obviamente también fotografiamos el momento y captamos las mejores experiencias del día.

Al final del día, en la oscuridad de la noche, Giuliano prendió una luz que había traído y mientras comíamos unos sandwichs que había traído yo me confesó lo único que nos faltaba decir.

—Quiero que seas mi novia, Vlair. Quiero compartir cada momento de mi vida contigo, atesorar todo lo que vivimos y ser felices. Esta vida me encanta, la naturaleza, tú, tus ojos tan similares a la miel de las abejas y esta felicidad.

»Nunca antes había sentido tanta gratitud al vivir la vida.

Mi cuerpo estaba conmocionado, nunca antes alguien había dicho tan fuertes palabras enfrente mío. No había esperado tanta... realidad. Todo esto era nuevo para mí.

—Acepto Giuliano. Lo aceptaría en todos los universos posibles, siempre que tuviera la oportunidad diría sí.

Nuestra noche fue lo más romántica posible. El sonido del agua de fondo, mientras estábamos en una manta con una luz tenue iluminando la zona y mirando al cielo. Eso era lo que necesitábamos, la tranquilidad y armonía de un lugar natural.

Aún me acariciaba el pelo mientras yo seguía acostada en su pecho, hablando de todo y mirando el hermoso paisaje de la naturaleza nocturna.

Si alguien me preguntara si quisiera volver a vivir todo esto, sin duda diría que sí. Me encantaría congelar este momento en mi mente y vivir para siempre en esta noche.

Ya podría haber pasado media hora, una hora, dos horas cuando Giuliano inició una conversación luego de estar callados por tanto tiempo.

—Tengo un sueño que cumplir en este lago todavía.

—¿Cuál? —la verdad no se me ocurría en que podría estar pensando?

—Es una noche perfecta para bañarnos desnudos en este lago a la luz de la luna.

Esto era muy aleatorio, pero él me había conocido ya desnuda y yo también. Nuestro primer encuentro había sido así, y la verdad que me gustaba mucho la idea.

—Pues hagámoslo, nadie está cerca para decirnos qué hacer.

Entonces me levanté y él también, nos acercamos a la orilla y dejamos nuestra ropa ahí. Aún me seguía impresionando de lo hermoso que era, y mucho más bajo el reflejo de la luna.

Luego de divertirnos un poco y reírnos jugando con el agua nos acercamos y notamos el deseo entre nosotros. Él quería de mí y yo quería de él.

La noche continuó con la luna de testigo. Veía como nos besábamos y luego salíamos del lago para ir más allá y exceder nuestra confianza.

Una noche perfecta haciendo el amor a la orilla del lago ¿qué podría ser mejor que esto?

—Te amo —dijo y me besó al terminar.

En esos labios sellé la promesa silenciosa de volver amar, porque aunque yo no lo buscaba, era todo lo que necesitaba encontrar.


Nota del autor

Este es el fin del ACTO 0, por lo tanto es el cierre de una parte de la historia. Si llegas hasta acá, GRACIAS por leer y acompañarme en esta historia. Me encantaría saber sus opiniones y recomendaciones <3

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