Mi Primer Y Único Amor

capitulo 20

Después de caminar un rato sobre la arena, decidimos sentarnos cerca de la orilla, el agua llegaba solo a nuestros pies. Mirábamos la luna y al fondo se veían algunos barcos pasando de un lado al otro. Por un rato no dijimos nada, solo contemplabamos el paisaje, ya casi no había gente en la playa, éramos prácticamente los únicos ahí.

-quien iba a decir- rompió el silencio de repente -que?- pregunté mirándolo, su perfil era perfecto, el reflejo de la luz de la luna resaltaba el café de sus ojos
-que aquella plebe agresiva estaría hoy conmigo, aquí- me miró con una gran sonrisa -yo no era agresiva- dije con un tono fingido de indignación -no?- negué con la cabeza -y los chingasos que
me dabas qué?- preguntó riendo -te los tenías bien merecidos- dije levantando una ceja
-algunos si- lo mire como preguntando "algunos?" -bueno tal vez todos- reímos los dos -pero cada uno valió la pena- regreso su vista al

mar y yo solo sonreí e hice lo mismo
-gracias- dije sin dejar de mirar el mar que de a
poco tocaba nuestros pies
-por?- me miró
-por ser el mejor novio del mundo- sonreí,
el estaba a punto de hablar y lo interrumpí -porque antes de ser mi novio, eres mi mejor amigo, mi compañero, mi consejero y sobre todo mi lugar seguro- sonreí
-te amo chingao- se acercó a mi, me tomó con una mano sobre mi mejilla y me acercó a él -te amo como no tienes una mínima idea- dijo ya sobre mis labios, posó los suyos sobre los míos y comenzamos a besarnos tiernamente.

Salvador posó su mano sosteniendo mi nuca, yo me deje caer lentamente hacia atrás quedando recargada sobre la arena, mientras Salvador posaba la otra de sus manos detrás de mi cabeza para sostenerla, no parabamos de besarnos.
El beso se volvió quizá un poco más frenético, nuestras lenguas chocaban en un juego que se volvía más desafiante por ver quién ganaba. Pose mi mano sobre su pecho, su camisa era muy ligera, podía sentir su corazón latiendo cada vez más acelerado, al igual que el mío. De alguna forma no quería detenerme, y estaba completamente segura que el tampoco.
De a poco su mano que sostenía mi nuca bajo por mi brazo, hasta llegar a mi cintura, se detuvo unos segundos ahí, con delicadeza

la paso sobre mi abdomen y sentía como lo acariciaba, yo subí mi mano a su cuello, atrayendolo más a mi, la sensación que estaba recorriendo mi cuerpo era inexplicable.
Delicadamdnte Salvador paso su mano debajo de mi blusa, para tener mejor acceso a la piel de mi abdomen, sin poder evitarlo solté un pequeño gemido al sentir su mano sobre mi piel, era tan cálida, tan suave.
Comenzó a jugar con la orilla de mi short, en ese momento sentí como mi entre pierna se calentaba y humedecia de una forma que jamás había sentido.

-espera- dije de pronto, lo alejé un poco para verlo a los ojos, el solo posó su mano sobre mi abdomen y me miró a los ojos
-todo bien?- me preguntó algo preocupado -si, solo...- pause, realmente no sabía que decir -perdon amor- dijo quitando su mano de mi abdomen y bajando mi blusa -no quería incomodarte-
-no, no me incomodas- tome su mano y la coloqué de nuevo sobre mi abdomen, ahora cubierto por mi blusa, y pose mi mano sobre la suya -es solo que...-
-que pasa?- me preguntó muy tierno, no dejaba de verme a los ojos -sabes que me puedes decir todo lo que quieras verdad?- yo asentí -yo...- desvíe mi mirada -no tengo experiencia en ésto....- dije apenada -amor- quitó su mano de mi abdomen y

tomó mi mejilla atrayendo mi mirada a la suya -sabes que yo te haría de todo, pero yo te voy a esperar el tiempo que tú quieras, no tengo prisa- me dió un pico en los labios -yo quiero que tú estés segura y que confíes en mí para dar ese paso-
-confio en ti- tome su mejilla -y estoy segura- sus ojos brillaron -pero digamos que este no es el lugar en el que quisiera que sucediera- dije mirando a mi alrededor y el hizo lo mismo, ambos reímos
Me ayudó a sentarme y nos miramos de frente, tomó mis manos.
-tienes razon- acariciaba con ternura mis manos -y creeme cuando te digo que te amo y que quiero que cada momento, cada experiencia y cada aventura juntos sea especial- acarició mi mejilla
-te amo- nos dimos un tierno beso -y mejor vámonos al hotel porque si me sigues besando así no respondo- dijo poniéndose de pie y ayudándome a levantarme, solo reí y comenzamos a caminar de regreso al hotel

Al llegar a la puerta de los cuartos, nos despedimos, me dió un tierno beso en los labios, me abrazo y me dijo *te amo*, entre a la habitación con una sonrisa enorme. Ya estaban ahí las chicas.

-todo bien?- me preguntó Sofía desde su cama -todo bien- dije aún con una sonrisa de oreja a oreja
-no me digas que...- mire a Fanny
-no, aún no- rodé los ojos -pero casi- dije emocionada
-casi que?- preguntó Sofía
-casi... Casi- le dijo Fanny levantando las cejas y Sofía lo entendió de inmediato, hizo un gesto de asombro y se tapo la boca -cuenta cuenta- dijo y corrió a jalarme y sentarnos en la cama con Sofía
-no les voy a contar del todo- ciertamente era
privacidad de Salvador y mía y ambas estaban
de acuerdo en eso -pero si les diré que es un caballero- dije recostandome en la cama con los brazos abiertos -de eso no tenemos duda- dijo Fanny
recostandose boca abajo aun lado de mi -pero que te dijo?-
-siii, solo dinos que te dijo- suplico Sofía y yo me quedé en silencio unos segundos pensando -que no tiene prisa- tape mi rostro con una
almohada -lo amo demasiado-
-awww- dijeron ambas
-y se nota a kilómetros cuánto te ama él- dijo Fanny
-estoy completamente de acuerdo- confirmo Sofía

Después de un rato platicando de otras cosas más, decidí ducharme, tenía arena en el cabello y la espalda, salí de ducharme y ambas estaban dormidas, así que me puse mi pijama, algo de crema en el cuerpo y lave mis dientes. Me recosté en la cama y tome mi celular.

"Te amo con todo mi ser, no lo olvides" - Salvador

"Te amo mi catrincito, gracias por comprenderme"

"Siempre mi virita, y te mereces todo" -Salvador

"Teniéndote a ti a mi lado lo tengo todo"

"Cómo te amo mi virita madre" -Salvador

"Te amo amor, descansa, mañana nos vemos"

"Descansa mi virita, te amo" -Salvador