capitulo 44

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Llegamos al departamento y preparamos de cenar, fue algo sencillo porque teníamos muchísimo más sueño que hambre.
Y así fue, solo me desmaquille, me coloque mi pijama y Salvador una bermuda que tenía en el departamento, nos acostamos y caímos profundamente dormidos.
Al día siguiente Salvador se fue para su casa, tenía que prepar sus maletas al igual que yo, durante todo el día no nos vimos, ya que yo tenía que resolver unos últimos detalles de mi trabajo. Solo recibí un mensaje de Salvador en la noche

Mi shula, mañana pasamos por tí 7am para que los plebes nos lleven al aeropuerto, te amo mi virita" -Salvador

Mi shula, mañana pasamos por tí 7am para que los plebes nos lleven al aeropuerto, te amo mi catrincito -Salvador

Decidí ducharme, me puse mi pijama e hice un poco de skincare, me cepille los dientes y me recosté a dormir.
A la mañana siguiente mi despertador sonó a las 6am, me levanté con toda la actitud del
mundo, entre al baño, hice mis necesidades, lave mis dientes y mi cara. Salí y me arregle, un poco de maquillaje, desodorante y perfume, estaba lista.

Estaba saliendo de mi cuarto con mi maleta y entró Salvador al departamento.

buenos días amor- me dijo y se acercó a mi, me dió un beso en los labios y tomó mi maleta -buenos días guapo- sonreí
-llevas todo?- me preguntó y yo asentí -vamos pues- se veía realmente guapo

Apague todas las luces y salimos del departamento, me asegure de cerrar bien todo y bajamos, saludé a los chicos, Matías venía manejando y Cristhian de copiloto, se asomaron por la ventanilla para saludarme con un beso en la mejilla.
El trayecto al aeropuerto fue tranquilo, al llegar ya estábamos en tiempo para documentar nuestras maletas.

-sale plebes- dijo Matías dándole mi maleta a Salvador -se reportan cuando lleguen- nos sonrió -si Matías- dije y lo abrace
-se siente bien raro que te vayas cabron- le dijo Cristhian a Salvador y se abrazaron -cuidense mucho- nos vemos en unos días- dijo Salvador sonriendo y se despidió de Matías también con un fuerte abrazo y yo de Cristhian

Procedimos a abordar el avión, estaba sumamente emocionada, nerviosa, muchos sentimientos cruzaban por mi ser. Encontramos nuestros asientos y nos sentamos, el vuelo duró 3 hrs ya que era un vuelo directo. Me sentía sumamente feliz, era la primera vez que saldría del país sin temor a nada, y que mejor que hacerlo con él. Bajamos y tomamos nuestras maletas, Salvador llevaba una mochila grande donde llevaba los regalos y su maleta en una mano, en la otra la mía, empujaba ambas maletas.

-Ximena!- escuché a lo lejos, mire a mis dos primos -Ricardo!- corrí a ellos, los abrace fuerte a ambos -Dani!- dije mirándola -te extrañamos mucho prima- dijo Dani con lágrimas en los ojos, y me contagio -yo también, no saben cuántas falta me hicieron estos años- los abrace fuerte de nuevo -dejenme los presento- dije separandome y
viendo a Salvador -Salvador , ellos son mis primos,
Daniela y Ricardo, chicos el es Salvador , mi novio- -mucho gusto- lo saludo Ricardo con un apretón de manos
-tu eres el famosísimo catrincito- dijo Daniela riendo y lo saludo de mano
-supongo que si- dijo riéndose nervioso -mucho gusto-
-pues vamos que nos están esperando- dijo Ricardo
-estan todos en casa de la abuela?- pregunté
-si, igual tus abuelos paternos- dijo Daniela y
sonreí ampliamente
-vamos- dije emocionada

Salimos del aeropuerto, caminamos al estacionamiento y subimos al carro de Ricardo. Condujo alrededor de una hora, estaba algo retirado pero entre pláticas fue más ameno el camino.
Al llegar estaba muy nerviosa, Daniela y Ricardo bajaron primero del auto, para asegurarse que todo estuviera listo para recibirnos, mis abuelos pensaban que estaban festejando el cumpleaños de uno de mis sobrinos que cumplía años en esos días.

amor, estás sudando- me dijo Salvador tocando mis manos
-estoy muy nerviosa- dije y un escalofrío recorrió mi cuerpo -y si no les da gusto verme?- no se porque, pero pensamientos así habían
invadido mi mente en los últimos segundos -nada de eso amor- me abrazo -es tu familia y estoy seguro que a todos les dará gusto verte- me sonrió -nervioso yo, que pensé que veríamos solo a tus abuelos y ahora conoceré a toda la familia de un chingazo- dijo y ambos reímos
-es hora- le dije, pues Daniela estaba en la puerta de la casa haciéndome señas, bajamos del carro, una vez abajo arregle mi blezzer y suspiré, la sonrisa de Salvador siempre lograba tranquilizar mis nervios, entrelazó su mano con la mía y comenzamos a caminar a la entrada, al ingresar pude ver a mis cuatro abuelos de espaldas, me dió mucha nostalgia verlos y no pude evitar comenzar a llorar, todos los demás al verme quisieron gritar pero les hice señas de que no lo hicieran.
Salvador me acompañó y me dejó detras de mis abuelos, él dió dos pasos a un lado.

-mija ya me cansé- le dijo mi yaya, abuela materna, a Daniela
-aguante yaya, les voy a contar hasta tres y voltean- dijo Daniela frente a ellos -una...- miró a todos para que contaran -doooos... Treeeees- gritaron todos y mis abuelos voltearon lentamente, al mirarme todos
abrieron sus ojos sorprendidos -mija!- gritó mi Yayo, abuelo materno -que gusto verte- dijo abrazandome fuerte y sentí que estabalorando, abrace de igual forma a mi

yaya y los tres lloramos unos minutos.
-Ximena!, Bendito sea Dios que te tiene con bien mija- dijo mi Tita, abuela paterna
-los extrañe mucho a todos- dije soltandome de mis yayos y abrace a mi Tita y a mi Tito, todos los nietos los llamábamos igual.
Después de unos minutos de nostalgia, abrazos y besos de mis abuelos, mire a Salvador , quien me veía con una sonrisa enorme, note que se limpiaba alguna lágrima traicionera, estire mi mano a él y el la tomo y se colocó a mi lado.
-les quiero presentar a alguien- dije sonriendo y mire a Salvador
-mija, nos trajiste un novio gringo- dijo mi Tito y todos en la fiesta reímos
-no Tito, éste es más mexicano que el nopal- dije y todos volvimos a reír -pero si, es mi novio- sonreí
-mucho gusto- dijo Salvador y saludo de mano a mis abuelos, y a mis abuelas con un beso en la mejilla
-entonces dónde se conocieron?- le pregunto mi yaya a Salvador
-en Phoenix, yo soy de Oaxaca pero radicamos en Estados Unidos desde ya hace varios años- dijo sonriente
-es el que le pegó a Ximena y a la Fanny con un balón yaya!- escuché gritar a Daniela y solo la miré con los ojos abiertos y riendo
-claro!- dijo mi Yayo -los vecinos- los dos reímos y asentimos -pues mucho gusto joven, he escuchado que su familia recibió muy bien a la mía y se los agradezco- -nada que agradecer señor, tiene una familia increíble- dijo Salvador  y me sonrió Después de un rato presente a Salvador  con toda la familia, no eran muchos, solo los escenciales, pero si se había vuelto una fiesta de alrededor de 60 personas.

Mi Primer Y Único AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora