Jimena una mujer de carácter fuerte e indomable dedicada a tomar sus propias decisiones con el sueño de tomar las riendas de empresa familiar y con el sueño de ser la mejor maestra mezcalerá de Phoenix Jimena tenía un gran secreto estaba enamoradae...
Subimos al carro, Salvador iba algo distraído, yo solo iba mirando al frente, escuchando música y tarareando la letra de algunas canciones. Sentí la mano de César sobre mi pierna, lo mire y me miró de reojo, siguió conduciendo un buen tramo. Llegamos al centro de la ciudad. Las luces del atardecer iluminaban los establecimientos. Llegamos a uno de nuestros restaurantes favoritos, entramos y Salvador ya tenía reserada una mesa. Nos ubicaron y nos sentamos. Tomamos la carta y pedimos nuestros alimentos. Mientras esperábamos yo comencé con mi sopresa de aniversario para él.
-bueno, yo también te tengo un regalo por nuestro aniversario- dije buscando en mi bolsa -no digas amor- dijo riendo nervioso -abrela- dije dándole una pequeña caja negra -a la bestia- dijo casi gritando al mirar su regalo
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hace juego con tu cadena- dije sonriendo -te pasaste de lanza amor- tenía una gran sonrisa en su rostro -esta bien chila- -te la pongo- dije tomándola y se la coloqué en su muñeca derecha -gracias amor- dijo y me dió un beso en los labios yo sonreí ante el gesto
Llegaron nuestros alimentos, comimos entre risas y platicas, subíamos algunas historias a Instagram. Al terminar nos regalaron un postre con un escrito de "Happy Aniversary", los degustamos muy alegres.
-será mejor que nos vayamos- dijo Salvador después de recibir un mensaje en su celular -todo bien?- le pregunté confundida -todo bien- dijo algo nervioso, pidió la cuenta y pagó
Salimos del restaurante, ésta actitud ya me estaba cansando, no quería arruinar el día, pero ya era suficiente.
-ya me vas a decir que tienes?- le pregunté sin mirarlo -nada amor, porque?- me preguntó mirando el camino -desde ayer estás muy raro, nomás miras tu teléfono y te pones de malas o muy serio y ya me canse- dije ya fastidiada -no amor para nada- -osea que no me vas a decir?- dije mirándolo ya enojada -de verdad shula, no pasa nada- me miró rápido y miro de nuevo el camino -lamento si he estado distraído de malas como dices, pero te prometo que no tengo nada- -tratare de creerte- dije ya sin ánimos de pelear
El resto del camino estuvimos callados, pensaba en las actitudes de Salvador me sacaba de onda sus cambios de humor, nunca había estado así. Después de un rato llegamos a mi departamento. ¿No había dicho que eran dos paradas más?, Según mis cuentas, faltaba una.
-que hacemos aquí?- pregunté confundida -creo que será mejor que te deje en tu departamento- se estacionó -tienes razon- me miró -no estoy de humor para seguir con ésto- espera, ¿que? -okeeey...- dije lento, levanté mis cejas sorprendida -mañana nos vemos- dijo regresando la mirada al frente, solo esperaba que me bajara del auto para irse -vemos si ahora yo estaré de humor para verte- abrí la puerta y me baje del carro.
No quise mirar atrás, en verdad e había dolido su actitud, así que simplemente caminé hasta mi departamento, abrí la puerta y entre. Estaba por prender la luz, pero había un camino de velas artificiales sobre la alfombra que iluminaban hasta la habitación, seguí el camino, no miento, con el corazón acelerado. Al estar en la puerta del cuarto encontré todo adornado con globos de corazón, pétalos de rosas, un gran arreglo de flores sobre la cama, un letrero enorme que decía "TE AMO".
