Jimena una mujer de carácter fuerte e indomable dedicada a tomar sus propias decisiones con el sueño de tomar las riendas de empresa familiar y con el sueño de ser la mejor maestra mezcalerá de Phoenix Jimena tenía un gran secreto estaba enamoradae...
Al día siguiente despertamos algo tarde, eran las 10 AM y el celular de Lillian nos despertó.
-ok ya vamos- dijo colgando la llamada -que pasa?- pregunté adormilada -los chicos están listos para ir a desayunar- dijo levantandose de su cama -pues si ya son las 10 am- dijo Fanny y las tres corrimos a arreglarnos
Nos habíamos duchado en la noche, así que solo lave mi cara, mis dientes, coloque solo bloqueador en mi rostro y cuerpo, un poco de máscara de pestañas y solo tinta de labios para mis mejillas y mis labios. Mi celular sonó, un mensaje.
"Buenos días dormilona, al Matíasse le pasó decirle a la Sofía que ya traigan su traje de baño y un cambio más de ropa listo, les tenemos una sorpresa, las vemos en el living en cuanto terminen, te amo preciosa" -Salvador
Sonreí al terminar de leer su mensaje, les comenté a las chicas y las tres alistamos
doscambios de ropa, una toalla y por cualquier cosa una pequeña maleta con artículos de higiene personal. Me coloque mi traje de baño y sobre el un pareo en conjunto que simulaba un vestido, me encantaba ya que así no tenía que cargar más ropa.
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Lo acompañe con unas saldalias rojas. Terminamos de arreglarnos, agarramos nuestras cosas, y salimos del cuarto, nos
aseguramos de cerrar bien y bajamos al living. Ahí estaban los tres, sentados en una pequeña sala de espera, cada uno traía una mochila, no tan grande. Al vernos se pusieron de pie y se acercaron a nosotras. Saludé a Matías y a Cristhian con un beso en la mejilla y al llegar a Salvador me tomó delicadamente de la cintura y me dió un beso en los labios.
-Te miras bien pinchi shula- me dijo al oído -gracias- dije con una risa nerviosa -vamonos plebes que hay que pasar a desayunar- dijo Cristhian -a dónde vamos?- preguntó Fanny mirándolo -es una sorpresa- le dijo Cristhian y le dió un pico en los labios
Salvador tomó mi bolsa, colocó su mochila en la espalda y mi bolsa en uno de sus hombros, del otro lado me tomó de la mano, se miraba tan tierno cargando mi bolsa. Me encantaba verlo con lentes oscuros. Salimos del hotel, y fuimos a la camioneta, Matías y Sofía en la parte de atrás, enmedio Cristhian y Fanny, Salvador conducía y yo iba de copiloto. Durante el trayecto escuchábamos música, y cantabamos. Fue un trayecto medianamente largo, unos 40 minutos.
Salvador entró al estacionamiento de una tipo plaza, bajamos, dejamos nuestras
cosas ya que solo íbamos a desayunar. Fue relativamente rápido, los chicos nos dijeron que desayunaramos ligero así que así lo hicimos. Regresamos a la camioneta pero solo sacamos las mochilas y las bolsas, de nuevo Salvador cargaba su mochila y mi bolsa.
Caminamos unos 10 minutos, y nos comenzamos a acercar a una zona donde se ubicaban yates.
-que hacemos aquí?- preguntó Sofía nerviosa -es su sorpresa plebes- nos dijo Matías a las tres -osea cómo?- Fanny sonaba confundida -vamos a pasar todo el día en un Yate- le dijo Cristhian
Las tres estábamos emocionadas, caminamos y llegamos al indicado, no muy grande pero tampoco pequeño, justo para los seis.
-jovenes, todo está preparado como lo
solicitaron- dijo un señor dirigiéndose a los chicos -muchas gracias- dijo Salvador -subamos Con algo de miedo subimos, la marea hacia que el yate se moviera ligeramente, muy amablemente el señor nos ayudó y subimos todos.
-buenas tardes, mi nombre es Ricardo y seré su capitán ésta tarde- dijo un señor vestido
completamente de blanco -cualquier duda, molestia que lleguen a sentir o petición con gusto me la pueden hacer saber- -gracias- dijimos al unisono -empezaremos a navegar a mar abierto, si gustan pasar a dejar sus cosas a las habitaciones- nos señaló unas escaleras pequeñas que bajaban -con permiso- salió de nuestra vista, subió a su lugar para navegar el yate -pues vamos a dejar las cosas y ya subimos a pistear- dijo Cristhian empezando a caminar a las escaleras mientras tomaba a Fanny de la mano e iba detrás de él Solo reímos y lo seguimos, el pasillo era angosto, habían tres habitaciones y un baño, las habitaciones no eran grandes, realmente solo cabia una cama matrimonial y unas pequeñas repisas para poner las maletas. Nos paramos en el pasillo y nos mirábamos nada más.
-mujeres con mujeres y hombres con hombres?- preguntó Matías al mirar mi rostro de confusión, Salvador le había contado algo, estaba segura -pedimos la habitación del fondo- dije rápido y tome la mano de Salvador llevándolo conmigo hasta la habitación, los escuché reír a todos -no nos hagan tíos tan pronto!- dijo Cristhian entre risas y lo miré antes de cerrar la puerta -tonto- dije y cerré la puerta
Salvador estaba sentado en la cama, como les digo, no había mucho espacio para estar parado, mire que había colocado nuestras cosas en uno de los estantes. Se recostó en la cama y yo imite su acción, quedamos recostados de lado mirándonos de frente
-segura que quieres dormir conmigo?- preguntó -no es la primera vez que dormimos juntos- no lo era, aunque siempre que salíamos los 6 juntos dormíamos mujeres y hombres por separado, había ocasiones en las que dormíamos una o dos noches juntos, claro que antes no había ésta tensión sexual entre nosotros -pues no pero...- -si quieres me voy- dije bromeando y levantándome -ven aca- me tomó de la muñeca con delicadeza y me recosté sobre su pecho mirándolo fijamente
Posó sus manos sobre mi cintura y yo recargue mis brazos en la cama para no dejar caer todo mi peso sobre él.
-gracias- dije mirándolo a los ojos, mi cabello caía y cubría un poco mi rostro -por?- me preguntó mientras con su mano pasaba mi cabello por mi oreja dejando al descubierto mi rostro -por ésto- dije mirando alrededor y regresando mi mirada a él -ya te lo he dicho- tomó mi mejilla -te mereces todo- me acercó lentamente a él
Comenzamos a besarnos, igual que siempre, tierno y delicado, pero poco a poco se volvió un poco más frenético, yo estaba sentada sobre sus caderas. De a poco sus manos bajaron acariciando mi espalda, mientras yo jugaba con su cabello. Sentí sus caricias llegar a mis glúteos, los acariciaba con un ligero temor y a la vez con pasión, misma pasión que se reflejaba en nuestro beso, no parabamos ni para tomar aire.
Después de unos minutos entre besos, caricias juguetonas en mis glúteos y yo en su pecho sobre su camisa, comencé a sentir algo extraño, un bulto que crecía rápidamente en mi entre pierna, después recordé que estaba sentada en las caderas de Salvador ......