Mi Primer Y Único Amor

capítulo 48

Al llegar la noche decidimos ir a dormir, ya que teníamos que estar listos temprano para irnos al aeropuerto, Daniela y Ricardo nos harían favor de llevarnos.
Aún se sentía un poco de tensión entre Salvador y yo, yo preferí no cuestionarlo frente a mi familia, pero ya estábamos solos en la habitación, así que era hora.
-estás enojado conmigo?- pregunté sentada en la cama
-deberia?- me preguntó mientras acomodaba la ropa en su maleta
-pues no, pero mira tu actitud-
-no pasa nada amor- dijo sin mirarme, así que preferí no decir más, no quería pelear.

Solo me acomode en mi lugar y me tape completamente, a los segundos sentí a Salvador acostándose en la cama, comencé a sentir el calor de su cuerpo en mi espalda, y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
-me hierve la sangre pensar que alguien más pudo o pueda tocar tu cuerpo- me dijo al oído
-pues quítate esa idea- dije tragando saliva -no hubo ni habrá quien toque mi cuerpo más que tú- estaba sumamente nerviosa
-respeto la casa de tus abuelos- sentí su respiración en mi nuca -pero mañana no te me salvas- me pegó a su cuerpo y me estremecí
Decidí no decir más, o en verdad terminaríamos faltandole al respeto a la casa de mis abuelos. Solo me acurruque y sentí que el hizo lo mismo en mi nuca, nos quedamos profundamente dormidos.
A la mañana siguiente nos alistamos rápido, nos despedimos de todos y Daniela junto con Ricardo nos llevaron al aeropuerto, nos despedimos y ellos se fueron mientras nosotros esperábamos para abordar.
-estás conciente que ahorita mismo sabré a dónde iremos?- dije bebiendo un poco de mi Starbucks
-ya sé- dijo rodando los ojos -pero al menos estos meses ha sido un misterio para ti- me sonrió
-pasajeros con destino a Cancún, favor de abordar por la puerta tres- se escuchó en los parlantes
-es nuestro vuelo- me dijo Salvador sonriendo y yo abrí los ojos
-de verdad?- pregunté sorprendida
-claro mi chula- me ayudó a ponerme de pie, me dió un pico y caminamos para abordar el avión.
Abordamos el avión, yo estaba muy emocionada, y se notaba en mi gran sonrisa. Después de un poco más de dos horas ya estábamos en Cancún, bajamos del avión y la humedad y el calor entraban por cada uno de mis poros.
Salvador y yo fuimos por las maletas y salimos del aeropuerto.
-vamos- me dijo tras hacerle la parada a un taxi -a la agencia de autos porfavor- le indico al chófer una vez que subimos las maletas y nosotros al auto
-agencia?- pregunté confundida
-rente un carro para estos días, así será
más fácil trasladarnos de un lado a otro- me respondió
-ohh- me sonaba muy buena idea

Al llegar a la agencia bajamos del taxi y las maletas, Salvador le pagó al chófer y entramos al establecimiento. Salvador se encargó del papeleo y nos asignaron un auto. Subimos al auto y Salvador comenzó a conducir, yo puse música y ambos bajamos las ventanillas, el aire fresco chocaba con mi rostro y movía mi cabello, miraba de reojo a Salvador, su perfecto perfil, siempre tan misterioso cuando usa lentes de sol, no podía pedir más.
-llegamos- dijo Salvador después de una hora de viaje -playa del Carmen- me sonrió y yo seguía admirada del paisaje.

~~ días después ~~

Los últimos días habían sido maravillosos, Salvador tenía muchas sorpresas, visitamos muchos lugares y disfrutamos juntos cada paseo, así como cada noche disfrutábamos cada centímetro de nuestra piel, y esque no sabíamos si era el clima o la emoción de estar solos, o ambas, pero llegada la noche, en la habitación, siempre subía la temperatura y terminabamos haciendo el amor de diferentes maneras, experimentamos y disfrutamos.
Salvador me dijo que hoy me tenía una sorpresa especial, así que decidí arreglarme un poco más que otros días.

Debajo llevaba mi traje de baño, del mismo color, blanco. Salvador estaba listo desde un rato atrás, estaba en el balcón del cuarto así que salí a verlo. Sin que se diera cuenta tome una foto, se veía realmente guapísimo, sin duda me encantaba.

-lista- dije llamando su atención, me miró de pies a cabeza

-a la madre- dijo sonriendo -te miras bien pinchi chula cabrona- se me acercó, me tomó de la cintura y me dió un tierno beso -vamonos- me sonrió

Salimos del cuarto, nos aseguramos de cerrar bien, bajamos a la recepción y caminamos en espera de que nos acercaran el auto, una vez que lo hicieron subimos a él y comenzó a conducir, tenía puesto el Google Maps pero
no me dejaba ver el destino ya que cubría el teléfono siempre que yo lo quería ver.
-no seas chismosiña- dijo entre risas
-dime a dónde vamos- dije haciendo pucheros
-no amor, ya falta poco- dijo sin despegar la mirada al frente -de todo el viaje, ésta es la sorpresa más grande-
-no creo que me puedas sorprender mas- acaricie su nuca
-ni te lo imaginas- me miró rápido y siguió conduciendo
Siguió conduciendo por un rato, unos 30 minutos más, yo solo trataba de disfrutar del paisaje y de mirar a Salvador conduciendo y cantando, sin duda amaba su voz tanto como a él.
Tome mi celular y decidí hacer una publicación, en estos días únicamente habíamos compartido historias en Instagram.

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Ximena_madrigal arriola Te encargas de hacer mis días bonitos, gracias por tu compañía, por ésta aventura juntos, gracias por cada detalle, no quiero que ésto acabe nunca. Te amo catrincito @salvador_los Figueroa ♾️

@cristhian_los Figueroa ya regrésame a mi carnal, ya lo extraño un chingo @Sofía que envidia estar empiernado con tu amor en la playa, @Matías_los Figueroa si alguien me llevara.... @Matías_los Figueroa perrillos ya se les extraña un chingo! Cuidense mucho por favor! @Sofía si mi chula, ya nos tocará te lo prometo