Capitulo 34

231 12 0
                                    

Narra Christopher

Cuando desperté, me di cuenta que nos quedaba una hora y media para prepararnos antes de la junta. Decidí levantarme primero y corrí a la ducha, dejé que agua caliente recorriera mi cuerpo y tratara de calmar el dolor de espalda que había ocasionado el asiento del avión.

Ayer que llegamos a Texas, fuimos directo al hotel a dormir, estábamos muy agotados por el viaje, así que ni tiempo de hacer nada tuvimos.

—Chris, ¿estás ahí? — pregunto la voz de (________).

—Si — respondí lo suficientemente fuerte para que me escuchara —Perdón por no despertarte, te mirabas muy linda dormida.

—Gracias — dijo — Date prisa para que pueda alcanzar a prepararme.

—¿Por qué mejor no entras? — pregunte.

—Sabes que si entro tardaremos más — respondió.

Solté una leve risa y me dediqué a ducharme más rápido para que no se nos hiciera tarde. Paso el tiempo y terminé, salí del baño solamente con la toalla enredada en mi cadera y (_________) se me quedo mirando.

—Daté prisa o si no, no llegamos — dije sacándola de sus pensamientos.

—Tienes razón — respondió y paso por un lado de mí cerrando la puerta del baño.

Tomé el traje color azul marino y me lo coloqué, después agarré mis zapatos y los pulí mientras (_______) salía del baño. Cuando ella por fin salió, tomo su respectiva ropa y se la colocó, estábamos bien de tiempo, así que no había tanta prisa.

Ya que nos terminamos de preparar, nos tomamos el tiempo de apreciarnos una poco, ella se miraba espectacular con ese vestido negro que había escogido para la ocasión, también su cabello suelto se le miraba perfecto, junto con su maquillaje ligero para la ocasión. Toda una dama divina.

—¿Lista? — pregunté acercándome a ella para darle un beso rápido en los labios.

—Lista — confirmó.

Salimos de la habitación y caminamos por el pasillo hacia el ascensor, cuando se abrieron las puertas de este, nos encontramos con los inversionistas, o eso creo, ya que (_________) saludo a cada uno y les hizo preguntas relacionadas con esos temas.

Uno de ellos en específico, no me dio buena espina, ya que le tiraba miradas a (_________) muy descaradas, y eso para nada me agradaba.

Cuando llegamos al piso correspondiente, (__________) les indico que caminaran hacia una habitación donde había más personas. Ella se quedó afuera del elevador esperándome ya que yo venía hasta atrás.

—Si ese idiota de nuevo te ve con esos ojos de deseo, soy capaz de agarrarlo a golpes enfrente de todos — dije molesto por las acciones de ese tipo.

—¿Te dije que me gustan tus celos? — preguntó con una sonrisa victoriosa.

No le alcance a responder, porque entramos a la habitación donde había una mesa gigante con todos los inversionistas.

Mi papel aquí era traerle documentos a (___________) y hacer todo lo que ella me pidiera, ya sea traerle café o ayudarle con la presentación en pequeñas dudas. Mi humor empeoraba con forme el idiota ese la miraba, quería golpearlo en serio, pero eso no sería bueno para la empresa y para mí, ya que echaría todo a perder.

La reunión duro más de hora y media, la verdad fue agotar, no podía creer que (__________) teniendo la misma edad que yo, se dedicara a estas cosas y aun así mantener las notas en la universidad. Me pregunto si le gustaría alguna vez salir de esta rutina.

—Y bueno, creo que esto ha sido todo por el día de hoy — dijo sonriente (________).

—No, creo que no — comentó una voz que me molestaba más que la del idiota que veía a (________).

Joel.

Lujuria | Christopher Vélez y Tu [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora