Capitulo 51

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Narra Christopher

Tomé una bocanada de aire y respondí el teléfono.

—¿Hola? —pregunté.

—Hola, corazón — respondió del otro lado del teléfono, no se le escuchaba feliz —Lamento no haberte llamado antes, pero tenía que esperar que Joel se embriagara y se quedara dormido.

—Descuida — dije tratando de que mi voz no se escuchara triste también —¿Él no te ha hecho algo?

—Aun no — respondió con preocupación — Pero tengo miedo de que despierte agresivo e intente obligarme a algo.

—Por favor escapa de ahí si eso intenta hacer — dije desesperado, no soportaba la idea de que ese imbécil la tocara a la fuerza.

—Lo hare, lo prometo — contestó.

—(_____________), terminare la llamada, vengo en un taxi y casi llego a mi departamento, te llamo después — dije tratando de no sonar resentido.

—Está bien, cariño.

Dicho esto, colgué la llamada. No entiendo cómo puede llamar y pretender que no ha pasado nada, como si no me doliera que se fuera a casar con otro. Es un poco molesto, pero si eso sería lo único que recibiría de ella a partir de ahora, lo aceptaría.

Le pague al taxista y baje del auto, camine hacia dentro del edificio rumbo al ascensor, espere y entre en él. Solo espero y Zabdiel haya hecho de cenar algo muy bueno.

Una vez que llegue a mi departamento, Jazmín se encontraba dormida en el sofá a un lado de Zabdiel quien veía la televisión.

—No hagas mucho ruido — murmuró una vez que cerré la puerta detrás de mí — Me costó mucho dormirla.

—Gracias, Zabdiel — dije acercándome a él y chocando los puños. Me acerque a Jazmín y le proporcione un beso en la frente.

—Bueno, me tengo que ir — mencionó Zabdiel levantándose del sofá —Te deje lista la cena.

Nos despedimos con un fuerte abrazo, le volví a agradecer por cuidar a Jazmín y este solamente asintió. La verdad que hice una buena elección a tenerlo como mi mejor amigo.

Cuando Zabdiel salió del departamento, tome a Jazmín en mis brazos y la lleve a su habitación, la recosté en la cama y la tape con su cobija de unicornios que me había pedido que le comprara. Era muy linda y tierna mi pequeña.

Regresé a la cocina y me serví de lo que Zabdiel había cocinado, pasta a la italiana. A decir verdad, se miraba bien. Tome gran cantidad y la eche en mi plato, también saque una cerveza del refrigerador y la abrí para darle un sorbo.

Una vez ya lista mi cena, tomé mi plato y mi bebida y comencé a caminar hacia mi habitación, le llamaría a (______________) por video llamada, quería cerciorarme que Joel no había desertado y la había golpeado. Creo que me gusta hacerme sufrir a mí mismo.

Deje las cosas que traía en la mano junto a mi computadora en el escritorio, rápidamente me cambie de ropa, me puse un short y una caseta sin mangas. Después, tome asiento frente al computador y lo encendí, minutos más tarde ya estaba llamando a (______________) con la esperanza que me contestara y estuviera bien.

—Hola — respondió feliz desde el otro lado. Traía el cabello suelto y una blusa de tirantes color roja.

—Hola — saludé sonriendo por lo hermosa que se veía —Te ves muy bien.

—Gracias — dijo y se acomodó el cabello —¿Cómo te va en la nueva oficina?

—Bien, hasta eso — respondí comiendo de mi plato — Lo de siempre.

Rodo los ojos, supuse que había entendido la referencia.

—Que fáciles son — dijo en tono celoso.

—Siempre me ha gustado tu lado celoso, (____________) — dije soltando una risa.

Seguimos hablando por mucho tiempo, me conto como le estaba yendo por allá y como Joel seguía comportándose bien, sin hacerle daño. De mi parte le conté todo lo que ha sucedido conmigo y con Jazmín, y una que otra cosa de Zabdiel.

Quedamos que vernos en cuanto regresara, prometió escaparse de Joel unos días para estar juntos, lo cual me puso muy feliz.

Ahora solo espero que eso sea pronto, tengo muchas ganas de estar con ella.

Lujuria | Christopher Vélez y Tu [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora