Lujuria | Christopher Vélez y Tu [+18]

Capitulo 41

Narra (________)

—Amor, despierta —dijo una voz muy parecida a la de Christopher.

Abrí los ojos y miré que si era Christopher, estaba muy cerca de mi rostro.

—Debo irme — dije asustada volviendo a la realidad.

—¿De qué hablas? — preguntó y su rostro se deformo.

—Chris Él lo desconectará — respondí demasiado asustada.

—No te iras a ningún lado — dijo sentándose en la cama — Mira como estas.

—Tengo que irme, yo no sé que estoy haciendo, estoy perdida, Christopher — comenté comenzando a respirar muy rápido.

—Cálmate — dijo tomando mi mano y acariciándola para tranquilizarme. Me levanté de la cama y me senté junto a el —Aquí estoy, estamos juntos en esto, ¿recuerda?

—Sí, lo sé, muchas gracias, cariño — respondí agachando la cabeza.

—¿Cómo supiste donde estaba? —preguntó una vez que me calmé.

—Zabdiel.

—Lo supuse, bueno Tuve que salir de inmediato de Texas porque mi madre sufrió un ataque y falleció — dijo con un tono de voz melancólico — Jazmín está internada en el hospital y tengo que llenar unos formularios para quedarme con ella. Así que lamento haberte dejado allá con ese idiota.

—No te preocupes, lo siento mucho por tu madre y por tu hermana — susurré levantando la mirada —Tenemos muchos problemas, Chris.

—Y tendremos más — dijo en tono burlón causando una risilla de mi parte — Por cierto, ahora que hablamos de problemas, ¿Dónde está Joel?

—Supongo que en Miami, él quiere que la boda sea allá — respondí recordando lo dicho por Joel.

—Eso es una ventaja para nosotros, no sabe que estas aquí — dijo pensativo —Ya se nos ocurrirá algo.

Se acercó y quito la sabana que cubría mi cuerpo. Paso la yema de sus dedos por encima de los moretones y las heridas que tenía. A pesar de que su tacto no era fuerte, podía sentir un intenso dolor. Cuando se percató de eso, quito los dedos rápidamente.

—Iré a comprar algo de comida, en el baño te deje algo de ropa que compre para ti en la mañana, así que ve y date una ducha mientras vuelvo — dijo dándome un beso rápido —Zabdiel llegara en cualquier momento, así no te sentirás sola en dado caso que no llegue para cuando salgas.

Solamente asentí ante lo dicho y se levantó para salir de la habitación. A como pude me levante de la cama y camine hacia el baño, sentía todo mi cuerpo cansado y pesado, como si me fuera a derrumbar en cualquier momento.

Entre y mire todo lo que Chris compro para mí, había un cepillo nuevo de dientes, ropa interior y la ropa cómoda para que no me lastimara al ponérmela. En serio que era un amor de persona.

Me desvestí y me miré al espejo un momento, mis lágrimas comenzaron a salir por el horrible estado en el que mi cuerpo se encontraba. Tenía las marcas de Joel en mi cuello y muchos golpes en mi cara, también en mis piernas, literal todo mi cuerpo estaba marcado por el.

Decidí ya no seguir observándome por miedo a romperme más, se suponía que ya estaba bien y Chris debía de verme bien, así que me metí a la ducha y dejé que el agua caliente recorriera mi cuerpo.

Pasaron los minutos y salí, la verdad me hizo mucho provecho el agua caliente, me siento mucho mejor que antes. Me vestí con la ropa que Chris compro y me lave los dientes, todo estaba saliendo bien, sin preocupaciones de Joel, solo Chris y yo, bueno y Zabdiel, cuando llegue.

Salí del baño directo a la habitación de Chris para cepillarme el cabello. Cuando lo estaba haciendo, la puerta principal se cerró de golpe, creo que Zabdiel ya llegó.

—Oye, Zabdiel — dije fuertemente saliendo de la habitación y yendo hacia la sala —¿Sabes que comprara de comida Christopher?

Cuando llegué a la sala, me quedé paralizada por la persona que estaba ahí, no era Zabdiel, mucho menos Christopher, era Joel.

—Sabía que te encontraría — dijo sonriente.