Capitulo 87

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Narra Christopher

Después de la llamada de Verónica, tiré mi celular hacia el sofá y con mis manos me sostuve del mismo, no podía respirar bien, sentía como si algo me oprimiera el pecho. Dios, (____________________) estaba muy grave, tal vez no sobreviva ¿Cómo se supone que viviré con eso? ¿Por qué pasan estas cosas? ¿Acaso no seremos felices nunca?

Mis lágrimas salían a mares, pero trataba de controlar mis sollozos, no quería que Zabdiel me escuchara y mucho menos a Jazmín. Con todas mis fuerzas apreté el sofá con mis manos de la impotencia que sentía por la situación. Voy a perder al amor de mi vida, lo perderé y no podré hacer nada al respecto.

Que locura es todo esto, hace unos momentos la habíamos pasado espectacular en el zoológico con Jazmín y ahora está casi muriendo. De solo pensarlo más se me oprimía el pecho y menos podía respirar.

Tengo que ser fuerte, tengo que ir a verla lo antes posible, sé que a cómo puede pasar lo peor, puede ser todo lo contrario y se puede salvar. Tengo mucha esperanza y fe de que vaya a mejorar la situación, solo no debo decaerme.

Apreté una última vez el sofá con mis manos y me reincorporé. Limpié mis lágrimas con la parte del hombro de mi camiseta y agarré suficiente.

—¡Zabdiel! — grité, esperando sonar lo bastante bien que se pudiera. En seguida, el chico había llegado a la sala, al ver mi rostro se quedó sorprendido.

—¿Qué pasa, Christopher? — preguntó confundido y con sorpresa —¿Todo está bien?

—(____________________) está muriendo, Zabdiel — dije y solté un sollozo — Verónica me acaba de llamar para decirme que la llevan muy grave al hospital y que tal vez no sobreviva.

—¿Y qué haces aquí, hermano? Ve con ella, ve a su lado, no pierdas tiempo — animó con algo de tristeza también.

Sé que él y (__________________), en el tiempo donde estaba conmigo, se llevaban muy bien, eran buenos amigos, así que sé que también le afecta esto, pero no puede ponerse mal ya que yo me pondría también y jazmín ni se diga

—No le digas nada a Jazmín aun, se va a preocupar y no dormirá, dile que tuve que salir por una emergencia de trabajo, que volveré mañana — mencioné y caminé hacia el para darle un fuerte abrazo, de verdad lo necesitaba —Muchas gracias, Zabdiel.

—No hay de que, hermano. Mañana hablamos de esto. Me mantienes informado de lo que pasa con ella, por favor —respondió y nos separamos.

—Sí, está bien — dije y caminé rápidamente hacia la puerta principal para salir del departamento.

No quería perder el tiempo en el elevador, así que tome las escaleras. De verdad no sé cómo no me caí por ellas de lo rápido que iba y de lo que me saltaba escalones. Una vez que llegué a la recepción del edificio, salí y le hice señales a un taxi. Mi cuerpo se movía de la ansiedad mientras lo esperaba.

—Hola — mencioné desesperado una vez que llegó y me subí en la parte trasera del auto —Lléveme lo antes posible al hospital que está enfrente del Central Park, por favor, es una emergencia, le daré mucho dinero por eso.

El conductor coloco una sonrisa de satisfacción y arrancó el auto sin preguntar más. Le agradecí mucho que el trayecto lo hiciera en silencio y a toda velocidad. Por la ventana miraba las estrellas y lo oscura de la noche, también a los edificios cruzar de manera rápida y a las pocas personas que había por las calles.

Una vez que llegamos a dicho hospital, le pagué al chofer el dinero prometido y salí rápidamente del auto para entrar al hospital. Llegué con la recepcionista y le pregunté por la paciente, me dijo que estaba en la sala de urgencias y me indicó por donde era.

Mi caminado estaba muy apresurado, casi sentía como podía correr hacia dicha sala. Entre más me acercaba, mi corazón más comenzaba a acelerarse y mis lágrimas se acumulaban en mis ojos casi impidiéndome ver. Pero si todo estará bien, ¿no? ¿Por qué me pongo así?

Llegué a dicho lugar y a quien primero reconocí, fue los padres de (______________________), el papá, con lágrimas en los ojos, apretaba a su esposa contra su pecho mientras que ella sollozaba descontroladamente. Un chico, que estaba sentado junto a los padres, se percató de que miraba la escena y se acercó a mí, tenía un parecido con (____________________), así que supuse que era su hermano Kevin.

—Tu eres Christopher Vélez, ¿no? — preguntó con voz entre cortada, en sus ojos se podían notar que las lágrimas están a punto de salir —No nos conocemos, pero lo sé porque (______________________) te describió muy bien y me hablaba mucho de ti.

—¿Y... cómo esta ella? — pregunté desesperado, una lagrima salió por uno de mis ojos, pero la limpie rápidamente —¿Qué le paso? ¿Cómo fue que sucedió todo esto? ¿Dónde está Verónica?

—Según Verónica, ella le llamo para que fuera a acompañarla a beber a un bar, todo iba de maravilla hasta que una mujer extraña se les acercó y le dijo a (____________________) que Joel no debió morir, que en cambio la que debió morir fue ella y saco un arma y le disparo. Verónica en estos momentos anda rindiendo la declaración contra la chica, lograron capturarla — mencionó el chico y algo dentro de mi le causo satisfacción el hecho de que la culpable pagara por lo que hizo.

—¿Y ella? ¿Cómo está? — pregunté impaciente —¿Esta bien? Quiero verla, por favor.

—Christopher — comentó y comenzó a llorar. Esto no podía significar otra cosa más que desgracia — Ella no sobrevivió. Lamentablemente falleció.

¿Nunca han escuchado como se rompe un plato cuando cae al suelo? Pues mi corazón hizo el mismo sonido al escuchar estas palabras. Perdí definitivamente al amor de mi vida.

Lujuria | Christopher Vélez y Tu [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora