Capitulo 50

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Narra Christopher

Hoy era oficialmente mi primer día en la oficina de Verónica. Cuando llegue, note demasiada diferencia, aquí esta todo ordenado y te tratan bien, y no digo que en la oficina de (_________) no pasaba lo mismo, pero desde que Joel tomo el mando, todo iba muy mal.

—Que bien, ya llegaste — mencionó Verónica —Bienvenido, sígueme por favor.

Me guio por un pasillo gigante, me daba algo de incomodidad que todos se me quedaran viendo, me sentía como el típico chico nuevo en el instituto.

Una vez que llegamos a su oficina, inspeccioné el lugar detalladamente, era muy diferente a la oficina de (___________), aquí no había un ventanal grande que daba a la cuidad, aquí había un balcón y su silla con su respectivo escritorito, también había un estante con muchos libros y un mini bar, al lado derecho de la habitación había unas sillas y una mesa, no era el sofá como con (__________).

—¿Por qué tienes esa cara? —preguntó Verónica sacándome de mis pensamientos.

—(_____________) me dio la noticia de que se casara con Joel — respondí cabizbajo — Él le ofreció un trato y ella lo acepto.

—Que desesperada es tu novia —dijo yendo al mini bar y sirviendo dos tragos.

—Lo sé — contesté tomando el vaso que me había ofrecido —¿Por qué no puedes acabar con el de una vez?

—No es tan sencillo — confesó ella —Si (_____________) hubiera denunciado o hubiera imágenes del día en que la golpeo en tu casa, todo sería diferente, pero el se encargo de que esta noticia no saliera en ningún lado.

—Creo que nunca antes había odiado tanto a alguien — dije y bebí de mi vaso.

—Te advierto algo, Christopher — comentó y me miro con preocupación —Lo conozco, le gusta dar en donde más le duele a una persona.

—Tiene a (____________), ¿Qué más puede quitarme? — pregunté confundido ante su advertencia.

—Jazmín — respondió y me paralice por completo.

No, con mi hermana no, por favor, es solo una niña.

—El... — tartamudeé de lo nervioso que me había puesto la advertencia —El no sería tan miserable para hacerle algo a una niña indefensa.

—Christopher, he escuchado que ha hecho cosas horribles por el poder —contestó y me puso más nervioso aun —Solo ten cuidado, ¿sí? Y cuida a tus seres queridos.

—Claro — alcance a decir, no me salían más palabras.

—Ahora, ve a trabajar, harás lo mismo que hacías con Morgan — respondió y me dio unas palmaditas en la espalda para luego caminar hacia su escritorio.

—Tu plan funcionara, ¿Verdad? — pregunté.

De esto dependía la seguridad de todos, si salía mal, probablemente Joel nos asesine a todos, intuyendo a Jazmín y a Zabdiel.

—Eso depende de todos los involucrados, Christopher.

Dicho esto, salí de su oficina rumbo a mi cubículo. El resto del día fue puro trámite, miraba cada 5 minutos el celular con la esperanza de tener un mensaje o una llamada de (____________) diciendo que no se casaría con ese imbécil, pero no fue así.

Sentí muchas miradas incomodas sobre mí, las chicas de aquí no dejaban de verme y coquetearme cada que se acercaban a preguntarme algo. La verdad pase de largo, no me interesaba ninguna que no fuera (__________).

Cuando ya era la hora de salir, acomode mis cosas en su lugar de origen y me levante del cubículo para preguntarle a Verónica si se le ofrecía algo más, ella solamente negó con la cabeza y me retire del lugar rumbo hacia el ascensor.

Una vez que salí del edificio, tomé un taxi hacia mi departamento, donde Zabdiel y mi hermanita se encontraban.

Zabdiel accedió a cuidarla mientras yo trabajaba, solamente con la condición de que le pagara un pequeño sueldo, a lo cual accedí sin rechistar, ya que tenerlo a el ahí, no tenía de que preocuparme por si le pasaba algo a mi hermana, él es un buen protector.

Mientras iba en el taxi, mi celular vibro, lo saque de mi traje y mire de quien era la llamada entrante que tenía.

Era de (______________)

Lujuria | Christopher Vélez y Tu [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora