Lujuria | Christopher Vélez y Tu [+18]

Capitulo 6 (!)

Narra (________)

Abrí la puerta de mi oficina y la cerré, cuando dirigí la mirada hacia enfrente, noté a mi nuevo oficinista de espaldas, veía la ciudad a través del gran ventanal. Si hay algo en lo que no me puedo quejar, era en la vista que tenía este edificio.

—Buenos días — salude llamando su atención.

—Oh disculpe, señorita Morgan — respondió y volteo hacia mí.

Ahora traía una camisa blanca abotonada que se ceñía a su cuerpo, como el traje de ayer. Le quedaba espectacular, pero ¿qué estaba haciendo? ¿Por qué lo miraba así?

—Cronograma del día, por favor — dije caminando hacia mi escritorio.

—Una junta con los ejecutivos del área de publicidad, después tiene una reunión con la empresa que realiza los eventos de la revista y en un mes es el aniversario número 25

—Es verdad, lo había olvidado — dije interrumpiéndolo —Tengo que organizar eso.

—Y por si se lo preguntaba, el café es el que siempre toma — dijo Christopher señalándome la taza que había en mi escritorio.

—Gracias — dije sonriente —Me está sorprendiendo mucho para ser su primer día, señor Vélez.

—Puede decirme Christopher, si gusta — comentó con una sonrisa ladeada.

—Prefiero las formalidades — aclare agarrando una carpeta que había aquí —Estaré aquí organizando todo para la junta. Puedes regresar a tu puesto.

Christopher asintió y comenzó a caminar hacia su escritorio que estaba detrás de la puerta de mi oficina, la cual estaba abierta. Lo podía mirar desde aquí.

Se veía tan sexy

¡Dios! ¿En qué estoy pensando? Debo dejar de tener estos pensamientos.

Puse las manos sobre mi rostro, ¿Qué está pasando conmigo?

—¿Pasa algo, señorita Morgan? — pregunto la voz de Cristopher. Cuando quite mis manos, este se encontraba frente el escritorio.

—No, yo solo estaba

—¿Meditaba lo increíblemente atractivo que me veo hoy? — preguntó interrumpiéndome de una manera picara.

—¿Qué? — pregunte sorprendida.

—No diga nada — respondió Christopher — Tú te ves muy sexy.

—¿Eso crees? — pregunte de manera seductora.

¿Pero que estábamos haciendo? ¿Jugando?

—Si — respondió en un susurro — te quitaría la ropa ahora mismo.

—¿Qué? — volví a preguntar sorprendida por sus palabras.

—Sé que deseas esto tanto como yo — confesó el chico.

—Dios — susurre.

—Señorita Morgan, ¿Le digo que sí? — preguntó Christopher. Esto me saco de mis pensamientos. El seguía en su escritorio, sentado, con el teléfono en la mano.

¿Qué fue eso? ¿Estaba teniendo pensamientos con Christopher? ¿Acababa de tener uno? ¿Por qué tengo estas ideas? ¿Por qué creo estos escenarios en mi mente? Y no cualquier clase de escenarios, no tenían nada de inocentes, fantaseaba con mi empleado que se encontraba cerca. Eran pensamientos llenos de lujuria.

—Señorita Morgan — llamó de nuevo Christopher.

—¿Si? — respondí.

—El señor Camacho habla — comento el chico —que si acepta ir a almorzar con él.

—Sí, dile que si, por favor — respondí y Christopher contestó por el teléfono.