Capitulo 5

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Narra (________)

—Pensé que demorarías mas — dijo Joel dándome un beso en la mejilla.

—¿Por qué la expresión de admiración? — pregunte confundida.

—Te ves muy bien — dijo sonriendo —¿A qué se debe?

—Nada en especial, cariño — respondí.

—Mencionaste ayer que ibas a entrevistar a personas para la vacante de oficinista — comentó Joel —Supongo que es mujer.

Aquí vamos de nuevo.

—¿Qué pasaría si es hombre? — pregunte alzando una ceja y su rostro cambio por completo.

—Pues deberías de ir a cambiarte de ropa, no deberías pasar casi todo el día vestida de esa manera al lado de un tipo que probablemente no resistirá tener pensamientos indecentes contigo — respondió molesto.

—¡Vaya! —exclamé —Tu machismo me sorprende.

—Solo digo algo que es verdad, quiero evitar que te vean mal, es todo, amor — contestó Joel.

—Él no va a faltarme al respeto, Joel.

—¡¿Entonces si es un hombre?!— exclamo muy molesto. Lo cual no me sorprendió —No quiero que ningún hombre este cerca de ti, (________).

—Por favor, Joel, no seas ridículo, solamente será mi oficinista, no tienes de que preocuparte, nos vamos a casar en poco tiempo — dije tratando de calmarlo.

—Sí, pero eso no quita que estarás con el mucho más tiempo que conmigo — comentó con las cejas fruncidas.

Ya estoy cansada de estas cosas, será mejor que salga a tomar aire.

—¿Sabes qué? Olvídalo, no tengo ganas de discutir contigo, Joel — dije tomando mis llaves y saliendo del departamento, no deje que me dijera nada, no tenía ganas de escucharlo.

Una vez fuera del edificio, por fin pude tranquilizarme, Joel podía ser un gran profesional con un gran vocabulario, pero sus pensamientos retrogradas a veces me sorprendían.

Después de tomar un taxi, me dispuse a revisar la rutina del día. Sin embargo, no pude evitar distraerme viendo las calles de la ciudad. Podía divisar a una pareja de novios que estaban probablemente desayunando juntos, sonreían, jugaban ¿Es que acaso no soy feliz? ¿Por qué no puedo estar con alguien que me haga sentir así?

—Señorita, ya llegamos a su destino — mencionó el taxista sacándome de mis pensamientos.

Pagué y salí del taxi, ingrese al edificio y tome el ascensor, en el trascurso del camino, muchos me saludaban con gran nerviosismo, como si de alguna manera les resultara intimidante. Cuando llegué a mi piso, pude ver a mi ayudante dirigirse a mí.

—Señorita Morgan, buenos días — dijo.

—Buenos días, cronograma del día, por favor — comente comenzando a caminar hacia mi oficina.

—Creo que eso ya no me corresponde más — respondió, a lo cual yo deje de caminar.

—Disculpa, ¿Puedes repetir eso? — pregunté molesta, me parecía una falta de respeto.

—No lo tome a mal, señorita, es solo que su nuevo oficinista ya está en su oficina y le he dado todas las indicaciones correspondientes —respondió tímidamente — Es muy hábil.

—Está bien, regresa a tu área de trabajo y gracias — dije ya más calmada y seguí caminando.

Lujuria | Christopher Vélez y Tu [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora